La Cucarachita Mandiga y el desfile de Navidad
La Cucarachita Mandiga y el desfile de Navidad. Orlando Acosta Patiño. Septiembre de 2015.
Panama forma parte de la red de Unesco denominado Ciudades Creativas o Creative Cities Network (UCCN). http://en.unesco.org/creative-cities/. Esta red fue creada en el año 20004 para promover la cooperación entre y con las ciudades que pertenecen a ésta red y que han identificado como un factor estratégico, el desarrollo urbano sostenible. Las 69 ciudades que están trabajando juntos en el objetivo común de posicionar la creatividad y las industrias culturales en el corazón de los planes de desarrollo en un nivel local y colaborando activamente a un nivel internacional. Panamá pertenece a ésta red de ciudad creativas; información que también genera el sitio web. Invito a los lectores, electores, a los políticos y funcionarios de la Alcaldía a consultar sobre su contenido, alcance y potencialidad.
Traigo este tema frente al debate público que ha generado la decisión del burgomaestre en el contenido de un desfile de navidad que se justifica como una figura de industria cultural que genera actividad económica, turismo y demás beneficios económicos.
La crítica merecida tanto por los medios escritos, radiales y redes sociales ha señalado el monto de la asignación directa de fondos públicos para pagar un desfile Disney (3.7 millones de balboas), donde gran parte de ésta asignación - de tus impuestos y los míos- se destinan para pagar – por aclaración del mismo Alcalde- derechos de autor a Disney, sino el mismo contenido Disney. La discusión de un grupo minoritario que incide en temas culturales en la ciudad, coloca la crítica en el contenido Disney del desfile, argumentando que podría promoverse otros valores culturales locales o propios y detonar procesos educativos entre los niños y la juventud el distrito más rico y poblado del país. Yo agrego más argumentos para de ésta manera pública, sugerir otros caminos.
Volviendo al tema de la Red de Ciudades Creativas, aparecen bajo sus ejes de trabajo la gastronomía, las artes, artesanías, cine, literatura, artes visuales y música. Si es así, las actividades recreativas populares programadas- promovidas, ejecutadas y financiadas con fondos públicos durante la gestión de la Alcaldía en una lógica “creativa” deberían generar sinergia entre las actividades que proponen la Alcaldía y no ser disociativas.
El Desfile de Navidad podría integrar las actividades culturales y políticas de la Alcaldía, teniendo sin duda el impacto económico y cultural en el Distrito y que persigue y justifica la actividad. Lo que sucede es que lo que hay detrás del contenido del desfile Disney es un fin político electoral utilizando fondos públicos y no uno cultural económico; esto me queda claro.
La conclusión a lo anterior me llega cuando analizo las siguientes preguntas: ¿Por qué el tema del Desfile de Navidad no refuerza las recientes iniciativas gastronómicas promovidas por la Alcaldía en Sabores del Chorrillo? ¿Por qué el Desfile de Navidad no integra los esfuerzos de intervención urbana en El Cangrejo o Calle Uruguay bajo un lente de turismo y recreación y refuerza los temas de consulta pública, participación ciudadana reforzando conceptos de democracia y territorio? ¿Por qué el Desfile no integra los festivales musicales de Hip Hop que promueve en los barrios marginales del sector Este de la Ciudad? ¿Por qué el Desfile de Navidad no integra los esfuerzos de la cultura de las ciclo vías que viene promoviendo en la ciudad de Panamá? ¿Por qué el Desfile no articula y establece puentes con el turismo natural de las áreas protegidas de Soberanía, Camino de Cruces que promueve MiAmbiente bajo los territorios que co-addministra el Municipio? Así podríamos mencionar los festivales de cine en el antiguo Cinemarte, por ejemplo.
Finalmente se podrían integrar al contenido del desfile de Navidad de la Alcaldía las iniciativa de conservación distrital y toda la agenda y actividades que promueve en las calles de la ciudad con un eje lúdico con sabor propio y reforzando sentido de pertenencia e identidad cultural.
La Cucarachita Mandinga y el Ratón Perez podrían embrujar a los niños con la misma magia que Minie y Mickey y contar cómo participan comiendo pescado frito en el Chorrillo, montando bicicleta por la ciudad, bailando hip hop, recorriendo la peatonal validando valores urbanos históricos. La Cucarachita podría ver cine, pasear de la mano con el Ratón Pérez por los Parques Nacionales y el Cerro Ancón- primera reserva natural del Distrito- y recitando a Amelia Denis de Icaza. Esta propuesta sí requiere creatividad versus un enlatado Disney. " El ratón Pérez se cayó en la olla por la golosina de la cebolla y la Cucarachita le llora y le llora".
Señor Alcalde acá hay una solución creativa, moderna con identidad y cultura que finalmente también puede servir a intereses y aspiraciones electorales; hay oportunidad de girar el timón.
