región metropolitana: asentamientos informales

El monitoreo o la observancia del fenómeno de urbanización es un proceso que viene posicionándose de manera firme –al menos– entre la comunidad académica local. La presentación del Foro y Observatorio Urbano de Panamá, el pasado mes de abril, bajo la cátedra Unesco de Diálogos de Sostenibilidad, establece un referente –académico– importante en el seguimiento del tema de urbanización en la región metropolitana. El informe titulado Los asentamientos informales del área metropolitana de Panamá: cuantificación e implicaciones para una política de vivienda y urbanismo es el resultado del esfuerzo de esos profesionales y tiene como propósito investigar, monitorear y divulgar este aspecto importante del proceso, en la zona más intensamente poblada del país. De este informe se concluye que el 41% de las viviendas establecidas entre Pacora y Capira, y entre Panamá y Colón, se genera fuera del mercado formal, lo que coloca ese esfuerzo como un impulso importante en la provisión de habitación del panameño metropolitano. La vivienda informal, según el informe, se caracteriza como aquella que se produce fuera del mercado formal. En otras palabras, esa oferta no encuentra espacio en las ferias de la Cámara Panameña de la Construcción y tampoco tiene financiamiento por la banca formal. Son hechas de manera improvisada, con materiales de segunda mano y en terrenos que, por lo general, no son aptos para la vivienda. Casi siempre carecen de agua potable, servicios sanitarios, calles, energía y equipamientos urbanos (escuelas, hospitales, etcétera). Los asentamientos informales se ubican fuera de las áreas centrales y representan un alto costo de movilidad para sus habitantes. La falta de servicios básicos (agua y saneamiento) también los hace vulnerable a enfermedades generadas por la baja calidad de agua, por el manejo inadecuado de los desechos humanos y por la contaminación de las fuentes hídricas superficiales. La forma en que estos asentamientos se generan hace difícil y costoso, posteriormente, la provisión de ambos servicios. Según el último censo de población de 2010, el 89% de la oferta de empleo se da en los 13 corregimientos centrales del distrito de Panamá, pero solo el 25% de la población (más rica) vive en estos corregimientos centrales. En otras palabras, la mayoría de los habitantes en la región metropolitana, potencialmente empleados en una economía de servicios, vive fuera del área de la oferta de empleo. Además, ese importante grueso de personas que reside lejos de su trabajo afronta el ineficiente servicio de transporte público y movilidad urbana, y una situación de pobreza, desventaja e iniquidades. De esta forma, la mayoría de la población de la región metropolitana dedica, probablemente, más de cuatro horas de viaje entre el lugar en que vive y su lugar de trabajo. El resultado de la investigación arrojó, bajo un análisis de origen y destino, que la mayoría de las personas que construye su vivienda informal lo hace en el eje de la carretera Transístmica hacia Chepo y en los suburbios de los distritos de Arraiján y La Chorrera. De este modo, el sector transístmico, dentro de la cuenca del Canal de Panamá, es uno de los lugares en que la construcción de viviendas informales tiene lugar. Bajo las características mencionadas, esto tiene un impacto importante en la calidad de los recursos hídricos, debido a los desechos que se vierten en los ríos de Chilibre, Chilibrillo, Gatún y Gatuncillo y, de ahí, al embalse del lago Gatún, fuente principal de abastecimiento de agua para la región. La conclusión obvia es que el proceso de asentamientos informales tiene un impacto, aún sin evaluar, sobre la calidad del recurso hídrico en la cuenca del Canal de Panamá, con procesos intensos en el corredor transístmico y hacia el sector oeste de décima provincia. En ausencia de una política que atienda al sector informal, como modo de producción de viviendas, será imposible establecer una estrategia efectiva para la conservación del recurso hídrico, bajo la responsabilidad de la Autoridad del Canal de Panamá, que vigila la calidad y la cantidad del agua en la cuenca canalera. Aunque el informe no lo menciona, es necesario articular una política de vivienda y urbanismo que no solo reduzca la brecha de pobreza y exclusión, sino que también coadyuve a la definición de una acción coordinada para la conservación del recurso hídrico en la cuenca del Canal, como factor clave para el bienestar social y económico del país. - See more at: http://impresa.prensa.com/opinion/asentamientos-informales-Orlando-Acosta_0_4212328827.html#sthash.VrbIuZ9a.dpuf

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