Patrimonio cultural: El Ferrocarril y áreas revertidas.
Patrimonio cultural: El Ferrocarril y áreas revertidas. Orlando Acosta. Noviembre de 2014.
Un rápido vistazo en el sector de Balboa – en áreas revertidas del Canal de Panamá- encontramos un edificio que muestra un viso de abandono y decadencia. Me refiero a la antigua estación del Ferrocarril en Balboa- frente al Edificio de la Administración del Canal. Es reconocible por un gigante anuncio luminoso en forma de M que alude a un restaurante de comida rápida.
Este edificio, junto con una decena de inmuebles localizados en áreas revertidas fueron objeto de estudio por planificadores de la antigua Autoridad de la Región Interoceánica (incluyéndome) para ser considerados bajo una nueva propuesta de conservación monumental que permitiese su permanencia bajo nuevos uso. La idea era que el patrimonio arquitectónico vinculado con nuestra historia de tránsito no se perdiera. Solamente la protección sugerida del Cerro Ancón fue aprovechada por la Alcaldía, teniendo la ciudad un área protegida que reconoce en ésta importantes valores culturales y naturales.
La historia del nuestra región de tránsito tiene un fuerte componente tecnológico vinculado al ferrocarril. El desarrollo de éste como columna vertebral fue la estrategia identificada por los ingenieros constructores del Canal para el transporte de los millonarios volúmenes de tierra y roca provenientes de las excavaciones; fue una innovación tecnológica que permitió la excavación.
Sobre el eje de “la línea” se levantaron grandes campamentos y ciudades. Una interesante historia de ciudades y ferrocarril esperan ser narradas. Obispo, Cucaracha, Matachín, Frijoles, Cascadas y la gente como Jeptha B. Duncan esperan su turno. Ferrocarril, pueblos de la línea son dos ejes temáticos que tienen además un soporte arquitectónico que pueden permitir leer esta historia. Esta es una sugerente oportunidad para los administradores de la Cultura en Panamá para incorporar el tema patrimonial de áreas revertidas al imaginario panameño. Paradójicamente el patrimonio vinculado al ferrocarril se encuentra en abandono y en el olvido. Los dos edificios emblemáticos y reconocibles aún- el de Cinco de Mayo y en Balboa, están en un estado ruinoso e irreconocible por las malas intervenciones.
La antigua estación en Balboa fue cerrada al momento que el tren dejó de dar servicio de transporte de pasajeros entre las ciudades de Panamá y Colón –por allá por el primer lustro de la década de los años ochenta- y entra a formar parte de los bienes bajo la concesión de la actual administrador del tren de carga que funciona entre los dos puertos.
El edificio ha pasado desde los usos más reciente como depósitos de archivos de la empresa, hasta una serie de comercios de alimentos. El origen de este edifico y el importante servicio que ofreció es irreconocible por su deplorable estado.
Pasados más de treinta años de que la Zona del Canal desapareció, no ha sido posible lograr una intervención oficial ni privada que permita conocer sobre su origen, siquiera una señalización que aluda al servicio que ofreció. Existe, además, en su predio una de las dos grúas BUCYRUS existentes en el mundo y que se utilizó como elemento tecnológico para la excavación del Canal. Una se encuentra allí en la estación de Balboa y la otra en el poblado de Bucyrus en Ohio, Estados Unidos, donde hay un museo en sitio que recuerda a los constructores las dragas a vapor para la construcción del canal. Imágenes de las grúas pueden ser vistas en los murales de la rotonda del Edificio de la Administración del Canal. La empresa Bucyrus fabricó y vendió para las excavaciones del Canal 77 grúas que removieron 172 millones de pies cúbicos de rocas y piedras para su construcción.
Urge una intervención por parte de las instituciones administradora de la cultura en Panamá para articular una propuesta –por ejemplo- de gestión conjunta entre el tren y el INAC para rescatar y contar la historia del tren y nuestra fascinante historia de tránsito. Mientras el patrimonio arquitectónico vinculado al tren y nuestra historia está amenazado por la desidia y el olvido.
Un rápido vistazo en el sector de Balboa – en áreas revertidas del Canal de Panamá- encontramos un edificio que muestra un viso de abandono y decadencia. Me refiero a la antigua estación del Ferrocarril en Balboa- frente al Edificio de la Administración del Canal. Es reconocible por un gigante anuncio luminoso en forma de M que alude a un restaurante de comida rápida.
Este edificio, junto con una decena de inmuebles localizados en áreas revertidas fueron objeto de estudio por planificadores de la antigua Autoridad de la Región Interoceánica (incluyéndome) para ser considerados bajo una nueva propuesta de conservación monumental que permitiese su permanencia bajo nuevos uso. La idea era que el patrimonio arquitectónico vinculado con nuestra historia de tránsito no se perdiera. Solamente la protección sugerida del Cerro Ancón fue aprovechada por la Alcaldía, teniendo la ciudad un área protegida que reconoce en ésta importantes valores culturales y naturales.
La historia del nuestra región de tránsito tiene un fuerte componente tecnológico vinculado al ferrocarril. El desarrollo de éste como columna vertebral fue la estrategia identificada por los ingenieros constructores del Canal para el transporte de los millonarios volúmenes de tierra y roca provenientes de las excavaciones; fue una innovación tecnológica que permitió la excavación.
Sobre el eje de “la línea” se levantaron grandes campamentos y ciudades. Una interesante historia de ciudades y ferrocarril esperan ser narradas. Obispo, Cucaracha, Matachín, Frijoles, Cascadas y la gente como Jeptha B. Duncan esperan su turno. Ferrocarril, pueblos de la línea son dos ejes temáticos que tienen además un soporte arquitectónico que pueden permitir leer esta historia. Esta es una sugerente oportunidad para los administradores de la Cultura en Panamá para incorporar el tema patrimonial de áreas revertidas al imaginario panameño. Paradójicamente el patrimonio vinculado al ferrocarril se encuentra en abandono y en el olvido. Los dos edificios emblemáticos y reconocibles aún- el de Cinco de Mayo y en Balboa, están en un estado ruinoso e irreconocible por las malas intervenciones.
La antigua estación en Balboa fue cerrada al momento que el tren dejó de dar servicio de transporte de pasajeros entre las ciudades de Panamá y Colón –por allá por el primer lustro de la década de los años ochenta- y entra a formar parte de los bienes bajo la concesión de la actual administrador del tren de carga que funciona entre los dos puertos.
El edificio ha pasado desde los usos más reciente como depósitos de archivos de la empresa, hasta una serie de comercios de alimentos. El origen de este edifico y el importante servicio que ofreció es irreconocible por su deplorable estado.
Pasados más de treinta años de que la Zona del Canal desapareció, no ha sido posible lograr una intervención oficial ni privada que permita conocer sobre su origen, siquiera una señalización que aluda al servicio que ofreció. Existe, además, en su predio una de las dos grúas BUCYRUS existentes en el mundo y que se utilizó como elemento tecnológico para la excavación del Canal. Una se encuentra allí en la estación de Balboa y la otra en el poblado de Bucyrus en Ohio, Estados Unidos, donde hay un museo en sitio que recuerda a los constructores las dragas a vapor para la construcción del canal. Imágenes de las grúas pueden ser vistas en los murales de la rotonda del Edificio de la Administración del Canal. La empresa Bucyrus fabricó y vendió para las excavaciones del Canal 77 grúas que removieron 172 millones de pies cúbicos de rocas y piedras para su construcción.
Urge una intervención por parte de las instituciones administradora de la cultura en Panamá para articular una propuesta –por ejemplo- de gestión conjunta entre el tren y el INAC para rescatar y contar la historia del tren y nuestra fascinante historia de tránsito. Mientras el patrimonio arquitectónico vinculado al tren y nuestra historia está amenazado por la desidia y el olvido.
