Colon y el fracaso de las intervenciones urbanas

Colon y el fracaso de las intervenciones urbanas. Orlando Acosta 30 de julio de 2014.



Hace dos años atrás hice una entrega donde abordaba el asunto del fitódromo de Barraza y la Cinta Costera III. La asignación de recursos públicos pretendió resolver temas de movilidad urbana, conservación patrimonial y desarrollo social. Hoy retomo en retrospectiva estos mismos temas para seguir reflexionando sobre Colón y la pertinencia de estas inversiones urbanas - mismos que no terminan en detonar el desarrollo- y que tristemente no logran resolver el problema que justifica su inversión. Como habría dicho mi tía Marita “estamos meando fuera del tiesto”.

La Cinta Costera III y el paseo peatonal, junto con el Maracaná y los espacios vacíos del fritódromo son muestras del fracaso de los programas comunitarios y de la inversión de dineros públicos destinados para la revitalización de espacios urbanos y mitigar el deterioro social y económico de barrios marginados como el Chorillo.

El Maracaná –parte de ello- que abrió en un acto megalómano -sin que se pensase en el mecanismo administrativo que lo articulara al desarrollo social del Chorrillo- sigue sin dar un servicio para el cual fue diseñado. La cartelera de torneos de futbol permanece en la sede de futbol en los predios de Plaza Amador. El Maracaná, bien gracias.

La cinta costera III no ha logrado mejorar el entorno inmediato mediante inversiones o proyectos urbanos y sociales a pesar del discurso oficial en la página del proyecto que refiere a programas sociales que no son mencionados ni descritos en ella. El programa Creer se transforma en demagogia cuando el fritródomo sigue cerrado sin impacto económico y social. http://www.cintacostera.com/programas-comunitarios.html.
La página oficial de la Cinta que une mi ciudad es pura demagogia.

A metros del millonario viaducto marino y de los rellenos que generaron nuevos frentes de mar, las calles del barrio están inundadas de detritos humanos y aguas estancadas. No hay incentivos visibles que muestren signos para un proceso de rehabilitación de los espacios vacíos generados por fuegos en el barrio de Santa Ana. Esto no es mas que el resultado de las Ineficiencias que exhiben los entes planificadores de la Oficina del Casco Antiguo y Dirección de Patrimonio Histórico del INAC, socios “oficiales” declarados por los ejecutores del proyecto. Ni el INAC ni la OCA lograron informar sobre el impacto del viaducto en la condición del sitio patrimonial. Estas instancias no han informado qué pasó en las reuniones de San Petersburgo, Paris, Cambodia y Qatar ni coordinar y ejecutar –con éxito- una política conservación patrimonial ni de vivienda social para el Casco Viejo. Los desalojos, las pobres condiciones de vida y los fuegos en los tugurios del Casco Viejo hablan de ello.

Bajo un contexto de planificación integral, la cinta costera III no alivió el tema de movilidad urbana que justificó su inversión. El viaducto marino impactó el paisaje de la ciudad y el tranque se trasladó para justificar el ensanche de la calle sin salida de la Calzada de Amador. Sigo sin entender.

En ciernes de otra millonaria intervención social en Colón vale la pena advertir sobre la condición patrimonial de su casco urbano donde un pueblo demanda mejor vivienda y oportunidades. Es el momento de exponer al ruedo de discusión el monto, el objeto de la intervención y la forma en que será hecha.

Colón con sus 250 hectáreas que contienen reconocidos valores patrimoniales, oferta una infraestructura urbana de calles, redes, alcantarillado; así como excepcionales espacios abiertos. Este conjunto de recursos hay que aprovecharlos. Extender la mancha urbana sobre 77 hectáreas de suelo sin urbanizar en otros territorios de la –para crear una nueva Colón- pondrá en riesgo la postura de la “gallina de oro” en forma de agua para el abastecimiento de agua y funcionamiento del Canal.

Colón presenta una excelente oportunidad que tiene el potencial de articular una intención política – de producir vivienda- mediante una intervención millonaria, bajo los preceptos de la planificación y con una visión al largo plazo.

El CONADES formuló en el 2010 para Colón un Plan de Ordenamiento Territorial que evalúa fortalezas e identifica debilidades. Allí hay un trabajo técnico de importancia que analiza todas las variables demográficas, económicas, territoriales y patrimoniales de Colón.

El patrimonio cultural-histórico de su arquitectura fue estudiado en extenso en documentos técnicos donde la participación social es clave para su éxito. Repensar la intervención de la vivienda social en la ciudad de Colón, articulando propuestas económicas y actores claves podrá posicionar a esta ciudad en el eje del desarrollo regional en el atlántico panameño. Ignorar todos estos insumos será otro desacierto.

Con buenas decisiones y decisiones bien pensadas. Podemos finalmente, lograr buenos resultados de las millonarias inversiones. Esto va más allá de mover capitales. Se trata de iniciativas que atienden a una visión a largo plazo, a un lente de planificación y en la perspectiva de potenciar el desarrollo humano en su dimensión económica, social y cultural y finamente posicionar a Colón en el eje del desarrollo regional en el Atlántico.


Entradas populares de este blog

De los proyectos urbanos, la cinta costera y de la verdolaga en nuestras playas.

Al notable panameño conocido como El Darienita Universal, José de la Cruz Herrera.

La Administración del Patrimonio Munidial y la condición de los sitios panameños.