Transparencia en el rescate del patrimonio religioso.
Orlando Acosta Patiño. Hubert Humphrey Fellow. Septiembre de 2013.
El 2009 se estrenó con una inusitada noticia local. La imagen del Jesús Nazareno de Atalaya, reliquia colonial fue reemplazada por una copia. El fake apareció en la iglesia de Atalaya el día 24 de noviembre del 2008. La comunidad soliviantada reclamó ante la iglesia católica y el obispo de Santiago retenido por la comunidad. El obispado de Santiago negó la circunstancia para luego admitir su culpa.
Casimiro García Rodríguez, artista empírico con 28 años de experiencia se atribuyó la autoría de la réplica. Afirma que fue realizada bajo patrocinio “privado” de comerciantes de Santiago de Veraguas y visto del Obispado de Santiago. La talla fue realizada sobre una sola pieza de madera de caobo traída desde el Darién. García Rodríguez talló la pieza, pero le fue vedado ponerle color, detalle que desató la suspicacia del pueblo sobre la autenticidad de la reliquia.
El reemplazo de la imagen fue admitido por el Obispo de Santiago,Oscar Brown, a la vez que justificó el hecho aludiendo el estado avanzado de deterioro: luz, humo, agua y polvo fustigó por siglos al santo. El Obispo fue retenido en la casa cural desde la cinco de la tarde hasta las ocho de la noche del día 10 de enero, desde donde fue escoltado por antimotines. Ese día los Atalayeros advirtieron que las protestas continuarán hasta que fuera devuelta la imagen original, cosa que ocurrió el 13 de enero del 2009…” repiqueteo de campanas, fuegos artificiales, cantos, gritos y aplausos invadieron el lugar cuando los policías cargaban a Jesús Nazareno hacia el tempo y lo colocaron en el nicho de cristal”.
En la capital de la primera diócesis americana de tierra firme, en el mes de agosto de 2013, se ha anunciado la existencia del Comité Amigos Iglesias del Casco Antiguo, organización integrada por un grupo de personas de la empresa privada que persigue el propósito de restaurar cinco iglesias del Casco Viejo.
El patrimonio inmueble de la iglesia católica les pesa sus quinientos años de evangelización y se encuentra en estado ruinoso. Al momento del anuncio del Comité, la Iglesia de San Francisco de Asís había sido intervenida hacía dos meses “….. cuando se abrieron sus puertas en junio, parecía un edificio sacado de una cinta de terror” ¿Qué encontró el Comité que les pareció terrorífico? ¿Fue este terror inventariado bajo riguroso criterio técnico? ¿Quién y bajo cuales criterios técnicos fue evaluada la intervenida la iglesia de San Francisco? ¿Cuál fue el rol de la Dirección Nacional de Patrimonio Histórico? ¿A quiénes rinde cuenta el Comité de los “horrores” encontrados y enmendados?
Trate de investigar mediante los recursos modernos de informática al Comité para conocer sobre los integrantes, planes de acción, presupuestos, idoneidad de quienes intervienen altares, coros, techos e imágenes pero no encontré nada. Encontré sí varias noticias de periódicos sobre las próximas intervenciones en La Merced, Iglesia de San José (Altar de Oro), San Felipe Neri y de visitas guiadas e horarios especiales. Encontré unas imágenes de las vetustas campanas de la Merced que serían reemplazadas por otras nuevas. ¿Y la chatarra vieja de bronce colonial donde quedó?
Dicen que el presupuesto del Comité se origina de fondos privados sin fiscalización ni aparente participación del INAC. La Dirección de Patrimonio Histórico, bien gracias.
Lo que sí es obvio es que las iglesias del Casco Viejo le pasó el quinto centenario por arriba sin tener el “pep” de la escultura de “Braganza” destinada a ser erigida en millonario terrenito en Amador. La imagen de la Virgen va aunque dejen de sonar las campanas de La Merced, se caiga la Catedral o se desborone el Altar de Oro.
La conformación del Comité la considero como una buena iniciativa, pero no por buena ésta no puede mejorar. Las iniciativas de conservación patrimonial en Panamá -desde la perspectiva mixta y privada- tienen antecedentes relativamente exitosos con relación a la acción conservación de los bienes muebles e inmueble pero muestran vulnerabilidad en aspectos relacionados con la transparencia en su gestión.
En el caso de los patronatos algunos desde hace varios lustros- no ha habido rotación de sus miembros ni de sus directores. Directores parecen ser “dioses” perpetuos circunstancia que debilita la gestión patrimonial desde la perspectiva de transparencia.
Los espacios y bienes patrimoniales se transforman en bienes y recintos privados alejándolos de su carácter colectivo y publico bajo administraciones institucionales débiles y criterios técnicos cuestionables. Al INAC no le interesa la administración patrimonial, sino vean el estado del Hotel Central, el Ph Independencia y la forma en que se expropian y se restituyen propiedades en el Casco Viejo. El destino de las iglesias no será diferente.
Tanto las iglesias del Casco Viejo como las intervenciones en Panamá Viejo y el Casco Viejo esperan que el Estado y las organizaciones involucradas cuenten a la gente qué objetos y materiales se han encontrado en altares y bajo los pavimentos que justifican y justificarán los proyectos de intervención.
El trabajo del Comité de Amigos de iglesias del Casco Viejo es loable desde el plano de la participación social pero no suficiente. Urge revestir al Comité de transparencia para fortalecer la gestión que será garantía para la debida conservación del objeto de interés.
El 2009 se estrenó con una inusitada noticia local. La imagen del Jesús Nazareno de Atalaya, reliquia colonial fue reemplazada por una copia. El fake apareció en la iglesia de Atalaya el día 24 de noviembre del 2008. La comunidad soliviantada reclamó ante la iglesia católica y el obispo de Santiago retenido por la comunidad. El obispado de Santiago negó la circunstancia para luego admitir su culpa.
Casimiro García Rodríguez, artista empírico con 28 años de experiencia se atribuyó la autoría de la réplica. Afirma que fue realizada bajo patrocinio “privado” de comerciantes de Santiago de Veraguas y visto del Obispado de Santiago. La talla fue realizada sobre una sola pieza de madera de caobo traída desde el Darién. García Rodríguez talló la pieza, pero le fue vedado ponerle color, detalle que desató la suspicacia del pueblo sobre la autenticidad de la reliquia.
El reemplazo de la imagen fue admitido por el Obispo de Santiago,Oscar Brown, a la vez que justificó el hecho aludiendo el estado avanzado de deterioro: luz, humo, agua y polvo fustigó por siglos al santo. El Obispo fue retenido en la casa cural desde la cinco de la tarde hasta las ocho de la noche del día 10 de enero, desde donde fue escoltado por antimotines. Ese día los Atalayeros advirtieron que las protestas continuarán hasta que fuera devuelta la imagen original, cosa que ocurrió el 13 de enero del 2009…” repiqueteo de campanas, fuegos artificiales, cantos, gritos y aplausos invadieron el lugar cuando los policías cargaban a Jesús Nazareno hacia el tempo y lo colocaron en el nicho de cristal”.
En la capital de la primera diócesis americana de tierra firme, en el mes de agosto de 2013, se ha anunciado la existencia del Comité Amigos Iglesias del Casco Antiguo, organización integrada por un grupo de personas de la empresa privada que persigue el propósito de restaurar cinco iglesias del Casco Viejo.
El patrimonio inmueble de la iglesia católica les pesa sus quinientos años de evangelización y se encuentra en estado ruinoso. Al momento del anuncio del Comité, la Iglesia de San Francisco de Asís había sido intervenida hacía dos meses “….. cuando se abrieron sus puertas en junio, parecía un edificio sacado de una cinta de terror” ¿Qué encontró el Comité que les pareció terrorífico? ¿Fue este terror inventariado bajo riguroso criterio técnico? ¿Quién y bajo cuales criterios técnicos fue evaluada la intervenida la iglesia de San Francisco? ¿Cuál fue el rol de la Dirección Nacional de Patrimonio Histórico? ¿A quiénes rinde cuenta el Comité de los “horrores” encontrados y enmendados?
Trate de investigar mediante los recursos modernos de informática al Comité para conocer sobre los integrantes, planes de acción, presupuestos, idoneidad de quienes intervienen altares, coros, techos e imágenes pero no encontré nada. Encontré sí varias noticias de periódicos sobre las próximas intervenciones en La Merced, Iglesia de San José (Altar de Oro), San Felipe Neri y de visitas guiadas e horarios especiales. Encontré unas imágenes de las vetustas campanas de la Merced que serían reemplazadas por otras nuevas. ¿Y la chatarra vieja de bronce colonial donde quedó?
Dicen que el presupuesto del Comité se origina de fondos privados sin fiscalización ni aparente participación del INAC. La Dirección de Patrimonio Histórico, bien gracias.
Lo que sí es obvio es que las iglesias del Casco Viejo le pasó el quinto centenario por arriba sin tener el “pep” de la escultura de “Braganza” destinada a ser erigida en millonario terrenito en Amador. La imagen de la Virgen va aunque dejen de sonar las campanas de La Merced, se caiga la Catedral o se desborone el Altar de Oro.
La conformación del Comité la considero como una buena iniciativa, pero no por buena ésta no puede mejorar. Las iniciativas de conservación patrimonial en Panamá -desde la perspectiva mixta y privada- tienen antecedentes relativamente exitosos con relación a la acción conservación de los bienes muebles e inmueble pero muestran vulnerabilidad en aspectos relacionados con la transparencia en su gestión.
En el caso de los patronatos algunos desde hace varios lustros- no ha habido rotación de sus miembros ni de sus directores. Directores parecen ser “dioses” perpetuos circunstancia que debilita la gestión patrimonial desde la perspectiva de transparencia.
Los espacios y bienes patrimoniales se transforman en bienes y recintos privados alejándolos de su carácter colectivo y publico bajo administraciones institucionales débiles y criterios técnicos cuestionables. Al INAC no le interesa la administración patrimonial, sino vean el estado del Hotel Central, el Ph Independencia y la forma en que se expropian y se restituyen propiedades en el Casco Viejo. El destino de las iglesias no será diferente.
Tanto las iglesias del Casco Viejo como las intervenciones en Panamá Viejo y el Casco Viejo esperan que el Estado y las organizaciones involucradas cuenten a la gente qué objetos y materiales se han encontrado en altares y bajo los pavimentos que justifican y justificarán los proyectos de intervención.
El trabajo del Comité de Amigos de iglesias del Casco Viejo es loable desde el plano de la participación social pero no suficiente. Urge revestir al Comité de transparencia para fortalecer la gestión que será garantía para la debida conservación del objeto de interés.
