Temas recurrentes: El Metro bus ,la ilegalidad y la conservacion patrimonial. Orlando Acosta. Abril de 2013
http://www.prensa.com/impreso/opinion/tiempos-oscuros-en-la-conservacion-patrimonial-orlando-acosta-patino/169431
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El sábado en la tarde en la fila del supermercado me encontré a un representante de la Honorable Asamblea Legislativa haciendo “super” y a quien abordé- suponiendo de que sabría de qué le hablaba- sobre las leyes de protección patrimonial que se aplican a inmuebles icónicos en la ciudad de Panamá y de lo que le estaba sucediendo a la antigua estación del Ferrocarril en la Plaza Cinco de Mayo. Como muchos de los Honorables Diputados y electores, ella se declaró de “vacaciones en Bosnia”. A ella quien oculta su ignorancia bajo su roja melena y su perfumada presencia, le dedico estas líneas.
Para cubrir baches de la ignorancia, el edificio de la antigua estación del Ferrocarril de Panamá en la Plaza Cinco de Mayo fue declarado monumento histórico mediante acto de Ley número 37 de 22 de mayo de 1996.
Los valores que soportan esta declaratoria pasan por lo tecnológico, por lo social y por la transversalidad de nuestra larga y fascinante historia de tránsito. Tejeira en le Guía de Arquitectura de Panamá (2007) documenta de este edificio datos interesantes. El edificio se construye a fines del siglo XIX como la nueva estación aledaña a la actual plaza 5 de Mayo. El edificio perteneció a la Compañía del Ferrocarril de la antigua Zona del Canal. La estación era un enclave zoneíta dentro de la ciudad de Panamá. “ El proyecto se pensó originalmente en el misión style, pero al final se hizo en un severo orden dórico romano. Es un eco de la desaparecida estación de Pennsylvania de Nueva York (1906-10), la cual a su vez se inspiró en las termas de Caracalla en Roma; las bóvedas de arista y los lunetos del edificio panameño son evocaciones directos de ambas. Por otro lado, mientras que la estación neoyorquina tenía un gran pórtico central, en Panamá se construyeron dos entradas gemelas y dos salas de espera para mantener segregados a los viajeros según lo dispuesto en términos de segregación racial entonces”. Los viajeros blancos deberían estar separados de aquellos de “color extraño”, parafraseando a Rubencito”.
Las autoridades zoneítas clausuraron la estación en 1960. El edificio pasó a manos panameñas y en
1976 fue restaurado y transformado en el Museo del Hombre Panameño (hoy Museo Antropológico «Reina Torres de Araúz»). Las bóvedas del Museo fueron robadas durante la invasión de 1989 para luego ser cerrado y llevado a llanos de Curundú donde abrió por escasos años. Entre sus bodegas duerme- la mas grande colección de arqueología de Panamá que aguarda alguna acción gubernamental- y en donde ha avisto desfilar dinosaurios de plásticos, disfraces de reinas de carnaval, dorados cartones faraónicos y otros adefesios considerados museables por las autoridades y curadores del centro cultural.
Tras haber embalado las colecciones del Museo Antropológico a bodegas del edifico del Museo del Niño y la Niña en el Área del Canal, la antigua estación se convirtió en el Instituto Superior de Bellas Artes.
Hoy amparado bajo la más grande crisis del sistema de transporte la Antigua Estación del Ferrocarril ha sido transformada en una parada temporal de los Metro Buses. La Autoridad de Transporte Terrestre junto con la empresa Mi Bus ha construido de manera temporal y bajo la mirada laxa de la administración patrimonial-y bajo la ignorancia de Honorables Legisladores- unas galeras de meta como los más grandes adefesios para cubrir del sol y del agua a los ciudadanos de segunda o tercera categoría usuarios del sistema Metro Bus.
Una vez más las autoridades oficiales de quienes esperamos el cumplimiento de las Leyes y sobre quienes pesan los temas claves de transporte y movilidad urbana, arremeten con la normativa de conservación patrimonial amparados en el corre-corre que ha caracterizado la gestión gubernamental en temas de vialidad y transporte.
El Instituto Nacional de Cultural y las Direcciones de Patrimonio Histórica siguen guardando el silencio más sepulcral con relación a las temas de transporte y vialidad urbana. Dos proyectos: la cinta costera Fase III y su condición de Patrimonio de la Humanidad del Casco viejo y ahora la usurpación del espacio publico y de la fachada de la Antigua Estación del Ferrocarril lucirán como dos broches que alumbraran los más oscuros tiempos de administración pública y conservación patrimonial en Panamá.
