Transparencia y rendición de cuentas: cosas de la ex tusa financiera.

Orlando Acosta, 8 de agosto de 2012


Vuelve al ruedo la noticia de los terrenos de la ex tusa financiera cuando el Consejo de Gabinete en pleno decidió ayer asignar los terrenos al Patronato del Hospital del Niño. El manoseado terreno que una vez ocupó la embajada de los Estados Unidos en la Avenida Balboa pasa a ser parte del patrimonio de quien administra el Hospital del Niño.

Todos los titulares de los diarios de circulación local celebran la noticia y solo uno hace parecer que las tierras salieron del pecunio del Presidente mediante una generosa donación. La diferencia de enfoque de la noticia podría ser achacada a “cosas de los medios de comunicación” pero al final del camino, el asunto se resolvió para beneficio del colectivo social; sin embargo falta cumplir con la rendición de cuentas sobre las decisiones, más cuando estas significaron importante asignación de recursos financieros, hoy escasos en el contexto de la liquidez del presupuesto del Estado.

Nadie habla hoy de las razones que justificaron las decisiones pasadas sobre el famoso lote, más cuando estas implicaron asignación de recursos. Es el mismo Gabinete-con excepción del ausente Ministro de la Presidencia y el ex titular de Economía y Finanzas- el que toma hoy la decisión de asignar las tierras al Patronato del Hospital para la construcción o mejora de un hospital para los niños panameños.

La decisión anterior pone en relevancia las mismas preguntas que nunca fueron contestadas y que considero son importantes responder. ¿Qué y quién determinó que la Tusa era necesaria? ¿Cuáles fueron los criterios técnicos-funcionales-urbanísticos que sustentaron el proyecto? ¿Qué cosas dejó de atender el Ministerio de Economía y Finanzas para martillar un proyecto, cuyo objetivo y línea de prioridad nunca fueron ventilados públicamente? ¿Se pudo invertir la millonada en ampliar y mejorar el Hospital del Niño?

Las preguntas anteriores son importantes contestar cuando es el mismo órgano del Estado es el que justifica la no asignación de recursos para la construcción del nuevo Hospital del Niño bajo un argumento de escasez de dineros. ¿No hay platas ahora para construir un hospital, cuando sí hubo para farrearla en contratos para demolición de edificios, esquemas conceptuales, planos y diseños? ¿Fueron los dineros despilfarrados en la adecuación del terreno dineros ajenos o dineros del pueblo? ¿Quién da cuenta de la leche derramada? ¿ a cuales intereses respondieron estas decisiones?

La tónica gubernamental de transparencia y rendición de cuentas no es un asunto de prioridad para la imagen de la administración pública. En la palestra se encuentran cuestionadas las inversiones en infraestructura pública de caminos y carreteras. Están teñidas de oscuros argumentos el alineamiento y alternativas de la cinta costera así como el realineamiento de vía cincuentenario, el uso de las tierras patrimoniales de manglares, los procesos de titulación de tierras, por citar algunos ejemplos.

La necesidad de rendir cuentas y el tema de transparencia es un asunto prioritario y aspectos que la ciudadanía debe exigir cuando son utilizados por los gobernantes los escasos recursos públicos vistos frente a las necesidades sociales y culturales de la nación.

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