Los museos como estrategia para la educación y la cultura.

Orlando Acosta, mayo de 2012
http://blogs.hojadebijao.com/fundacion/2012/05/21/los-museos-como-estrategia-para-la-educacion-y-la-cultura/
http://www.prensa.com/impreso/opinion/museos-para-la-educacion-y-la-cultura-orlando-acosta/94479


Cuando los mexicanos se las traen en grande, es a lo grande; así lo anuncia el proyecto cultural Maya que pretende articular la integración y funcionamiento de un conjunto de elementos interpretativos-de carácter cultural- que atravesará los estados de Tabasco, Campeche, Chiapas, Quintana Roo y Yucatán para reconocer la vigencia de lo maya en la sociedad yucateca. La iniciativa interestatal se identifica como un esfuerzo al largo plazo en donde la cultura Maya se expone como centro y eje de la vida del habitante de hoy.

Elproyecto arranca con las obras del Palacio de la Civilización Maya en el municipio de Yaxcabá, por parte de la Gobernación, quien aseguró que este nuevo espacio museográfico “marca el resurgimiento de Yucatán a nivel mundial y representa un punto de encuentro para todos los seres humanos, al creer que a este mundo venimos a construir una mejor civilización, más humana, justa y generosa".

Mientras esto ocurre en Yaxcabá a quince kilómetros, en la ciudad de Mérida, capital del estado de Yucatán, se construye el Museo Maya de la Ciudad de Mérida, espacio que albergará aproximadamente unos 750 mil objetos provenientes de adquisiciones, donativos, prestamos, rescates de objetos de primer orden- que tendrán con propósito destacarla ciudad de Chichén Itzá como el sitio prehispánico de importancia así como destacar su nivel como una de las grandes capitales de Mesoamérica. El peso del Museo Maya no es arqueológico, sino que se decanta en una propuesta etnográfica y antropológica que permitirá al ciudadano Yucateco y al visitante, comprender e interpretar la vitalidad y vigencia de lo maya en la cultura actual y cotidiana. La propuesta rescata artesanías, cocina, lengua y ancestrales tradiciones para demostrar que lo mayo no desapareción, sino que se transformó y permanece vigente.

Panamá no puede ser comparada con la riqueza cultural Yucateca-entendiendo que no poseemos una arquitectura monumental prehispánica como la ciudad de Chichen Itzá, pero si manifestaciones culturales que denotan riqueza y unicidad. Panamá es un amalgama de elementos culturales que la hacen distintiva y cuya riqueza material e inmaterial la hace diferente. Haciendo una vuelta de hoja a la intención estratégica de los Yucatecos y en el contexto de un crecimiento económico en Panama, pregunto: ¿Cúal es la política cultural panameña que oriente la ejecutoria de la autoridades territoriales, agentes económicos y gestores culturales hacia un horizonte que permita tejer una red de iniciativas culturales que rescate el valor de lo panameño en lo local y proyectarlo a lo regional?
La recién aprobada Ley de Cultura es un primer paso que con la debida orientación, asignación de recursos y el apoyo para su desarrollo, permitirá en el mediano y largo plazo articular acciones que ponga en evidencia los temas culturales para hacer de este país un lugar distintivo y consiente de una identidad única y en proceso de construcción.

La habilitación y dotación de museos y sitios vivos de interpretación cultural es urgente, acción que permitirá ofrecer pistas sobre hacia dónde se dirige o se despeña la sociedad panameña, además que servirá de doble vía para educar a la población en acciones de conservación, protección de las manifestaciones culturales que nos hace diferentes. La construcción de nuevos museos permitirá exhibir importantes objetos de la arqueología panameña que están apiladas en torres de cajetas en bodegas o presas en vitrinas de coleccionista privados. Es el momento en el que los panameños y panameños tengamos derecho a exigir inversiones para apreciar y entender la universalidad del arte del Panamá prehispánico, por ejemplo. En otra vía, se demandan acciones que permitan conservar y entender otras manifestaciones coloniales, republicanas y modernas en un contexto urbano y que sirven para entender e interpretar procesos locales y universales de la civilización moderna.

La posibilidad de visualizar la cultura como una actividad económica que tiene el potencial de generar riquezas económicas, trabajo y bienestar tiene que ser una visión que debe ser apropiada por los políticos y los inversionistas de nuestra sociedad. Hay que subirse al tren de que la cultura sí paga y que es importante como eje para cohesionar y fortalecer los procesos de educación y de cultura ciudadana. La cultura es un elemento que articula el cambio en conciencia. Es momento que los panameños nos quitemos las vendas de los ojos para exigir inversión en educación y formación en cultura.

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