Apuesta a la juventud para cimentar la base de la trascendencia.

Noviembre, 2011.

Trascender implica dejar huella en la vida de los demás. Es lograr que no sólo te recuerden como imagen fugaz, sino es lograr que aun después de la muerte tu vida continúe escribiéndose. Los jóvenes son la semilla del cambio y campo fértil para posibilitar la trascendencia del pensamiento, los valores, los recursos en general y el cambio social.

Este fin de semana en Panamá hemos tenido la provocación de reflexionar sobre la trascendencia y el mensaje inspirador de personas y organizaciones. El concurso nacional de oratoria promovido por varias empresas e instituciones fue el marco de una actividad motivadora para jóvenes, maestros y para los políticos. La visita de la Dra. Jane Goodall bajo el primer encuentro latinoamericano sobre liderazgo para la mentores de la organización Roots and Shoots (raíces y brotes) promovido por la organización Earth Train y la Fundación Danilo Pérez fue el colofón que enmarcó la apuesta por los jóvenes para la entender que a través de la música y la educación podemos hacer cambiar la sociedad y lograr la conservación de los recursos naturales.

La ejecutoria de la Fundación Danilo Pérez en la formación del capital humano en las artes y en la música es uno de los aportes más notables de la última década en Panamá y es quien debemos la presencia de Jane Goodall, quien en su viaje durante 300 dias al año viene poniendo en el primer plano la relación entre la sociedad el entorno y el futuro de la humanidad. Goodall hace aportes importantes en el campo de la etología o estudio del comportamiento animal, y quien a partir de partir de 1964, agrupó a un equipo de mujeres investigadoras en el Gombe Stream Research Center, espacio en el corazón de Tanzania reconocido como una de las estaciones de campo más importantes del mundo. La destrucción del hábitat de los chimpancés y sus investigaciones es lo que motiva su trabajo y esencia de su mensaje inspirador, comprometido con los jóvenes y en donde la promoción de oportunidades toma su máxima expresión.

El concurso nacional de oratoria promovido a nivel nacional trata de elevar la discusión sobre la importancia de la educación como motor del cambio personal y el desarrollo del país. La actividad, apoyada por importantes figuras nacionales e internacionales, entre Presidentes de países vecinos, presentadores de cadenas mundiales de noticias, escritores, filósofos, sumado al apoyo de las más importantes empresas locales, demostró el poder detonante que tiene para el cambio. Este poder fue revelado mediante la intervención de éstos jóvenes donde se afirmó que la promoción de que la educación, la formación de valores cívicos, sociales y personales son las bases y cimientos del futuro de este país.

Somos espectadores crecientes del proceso de desarticulación social y de valores al que Panamá se ha venido exponiendo con el pasar de los años y con el fatídico resultado en los planos económico, social, cultural y ambiental. La deserción escolar, los altos índices de fracasos, la falta de motivación, la mala distribución de los ingresos nacionales, la destrucción de los recursos naturales, la desaparición definitiva e irreversible de los sistemas naturales, la ausencia de paradigmas sostenibles y referentes valóricos es sintomático de la crisis que estamos viviendo. La corrupción en la administración de los recursos públicos, del expolio y destrucción del patrimonio cultural y natural y social que amenaza la continuidad de las bases sociales, económicas y ambientales de Panamá.

Lo vivido este fin de semana y el ejemplo motivador sembrado por personas y organizaciones en los jóvenes panameños es la esperanza de este país. El mensaje inspirador de mujeres como Jane Goodall, de organizaciones como la Fundación Danilo Pérez y Earth Train y de las empresas organizadoras del concurso nacional de oratoria me mantiene con la fe y la motivación de que la posibilidad de trascendencia es real y que el trabajo con la juventud es la mejor apuesta para garantizar el cambio social con equidad y que la conservación de los recursos naturales no es una quimera sino una realidad. Sigamos apostando a la juventud y apoyemos el mensaje constructivo de la misión de aquellos comprometidos con la idea de hacer trascender ideas y pensamientos para lograr finalmente la promoción de un buen futuro para Panamá y de él, un mejor lugar para las futuras generaciones.

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