Puente entre la investigación y las políticas de Estado.



Recientemente participe en la presentación del Plan de Conservación del Pacifico Occidental de Panamá (POP), ejercicio de planificación para la conservación del patrimonio natural panameño. Este plan fue desarrollado por investigadores de The Nature Conservancy TNC, del Instituto de Investigaciones Tropicales STRI en estrecha colaboración con la Autoridad de los Recursos Acuáticos ARAP y organizaciones de la sociedad civil.

El POP aporta al conocimiento para mejorar la conservación y al uso sostenible de los recursos marinos y costeros en el Pacifico panameño. Identifica las principales amenazas de origen humano que atentan con su continuidad. Contiene más de 455 islas en cuatro archipiélagos y aproximadamente 2,300 kilómetros de costa. Se extiende desde Punta Mala en Azuero hasta Punta Burica en Chiriquí y pose un posible endemismo inusual de corales y esponjas. Es una prioridad de conservación en toda Mesoamérica. El Parque Nacional Coiba es parte de este tesoro natural con un reconocimiento mundial por la UNESCO bajo la categoría de Patrimonio Mundial.

La continuidad de esa riqueza biológica -de interés y carácter planetario- está amenazada por procesos de origen humano y por la débil organización de la administración del gobierno y distante de las políticas de Estado.

La clase política y la organización administrativa del Estado, que representan el poder en nuestra sociedad tienen la responsabilidad de determinar las políticas para la conservación y continuidad de este tesoro natural.

Como eje del conflicto de las políticas de estado y conservación del patrimonio natural se publica el mismo día de la presentación de POP, en titulares de La Prensa el proyecto de ley sobre la titulación de islas y costas en Panamá. En el ojo de la tormenta y bajo el lente especulador de los desarrolladores turísticos se encuentra Bahía Honda en Veraguas, las costas, bosques, playas y arrecifes del POP. La titularidad del tesoro nacional se lo pelean por la bagatela entre cinco y quince centavos el metro cuadrado. Nuestro patrimonio está en liquidación. Los políticos, la administración pública, los empresarios y los gobiernos del primer mundo se abalanzan como buitres sobre lo que aún no está muerto.

Si no es poco, el Gobierno de los políticos panameños anunció la activación de la explotación del yacimiento de cobre más grande del mundo en Cerro Colorado. El probable vertimiento de los lixiviados del proceso de beneficio de cobre en los ríos de Chiriquí y Veraguas es una amenaza. Estoy seguro que las empresas mineras no descargarán sus jugosos dividendos en aguas del POP, sino su veneno mortal. Estamos cambiando el oro natural por el cobre. Fallido planteamiento de política irracional de nuestros recursos naturales.

Se anuncia a ampliación y mayoría del sector privado en el Consejo de Turismo de la Autoridad de Turismo. El nombramiento de la Viceministra de Ordenamiento Territorial es una buena noticia, ella tendrá un rol desafiante ante los vientos que soplan sobre el desarrollo urbano y la conservación de los recursos naturales amenazados del POP y del país. Le doy un voto de confianza.

Los vientos traen malos olores del performance de nuestros legisladores, Se intensifica el tufo sobre la ignorancia de nuestros valores naturales y de las flatulencias pde los apetitos voraces de inversionistas extranjeros. El eco del interés de gobiernos foráneos se centra en proteger la seguridad de la inversióny no en la continuidad del patrimonio mundial. Es el eco de la misma voz de los representantes de los gobiernos más ricos, quienes se preparan para golpearse el pecho en el marco de la próxima reunión en la ciudad de Copenhague.

Mi preocupación se acrecienta, entre el auditorio no encontré a nadie de la Autoridad de Turismo, tampoco a representantes de la Cámara de Comercio, ni de los testaferros de los inversionistas extranjeros. Los legisladores brillaron ausentes. Seguiré sin dormir ante la imagen de los icebergs flotando en las aguas de Nueva Zelanda. Me preparo para la noticia de que los beneficios económicos de la actividad minera se transforman en un mar de corales muertos. Me veo llorar mañana lo que como panameño no pude defender hoy.

Mi pesadilla se tropieza entre el ruido de la demagogia de los políticos, voces teñidas tal vez por ignorancia y el desprecio a nuestros tesoros naturales. Panamá y los recursos del planeta se encuentran como suculentos manjares para el lucro de los apetitos voraces de los empresarios y objeto de ignorancia de los políticos y administradores.
¿Cosas entre la politiquería, voces de conservación, mezcla de desprecio o ignorancia?
¿Tu que opinas?


Publicado en la Sección de Opinión
La Prensa, 3 de diciembre de 2009


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