Más allá del patrimonio fotográfico de Carlos Endara

Carlos Endara Andrade, fotógrafo ecuatoriano radicado en Panamá a finales del siglo XIX, pionero de la fotografía regional y figura cultural de Panamá, su legado fotográfico, arquitectónico y tecnológico ha sido preservado, por una inusitada iniciativa privada, para el futuro de la sociedad panameña.

La Casa Museo Carlos Endara abierto al público recientemente es el lugar que alberga el edificio donde vivió, trabajó y en donde el célebre fotógrafo ecuatoriano registró interesantes escenas urbanas, públicas y privadas de Panamá entre finales del siglo XIX y mediados del siglo XX

El edificio y la mayoría de los negativos y fotografías de Carlos Endara: extraordinario y único patrimonio arquitectónico y fotográfico del que se conoce en Panamá, ha sido preservado para el beneficio de la nación Panameña. Lo que me atrevo en calificar como el legado fotográfico panameño más importante ha sido celosamente preservado por una inusual acción filantrópica de Mario Lewis, otro panameño excepcional, cuyo interés personal trasciende el alcance público en materia de conservación patrimonial.

El edificio de la Casa Museo Carlos Endara fue salvado de su destrucción en circunstancias muy peculiares y por decisiones de las hijas del fotógrafo y salvado de su posterior desfiguración por iniciativa privada de un panameño, quien no tiene duda del valor de su desprendida acción.

La exhibición de la Casa Museo Carlos Endara, realizada por Adrienne Samos e Iraida Icaza muestra a partir de un pequeño grupo de fotografías originales, y las menos digitalizadas, un viaje por la ciudad de Panamá y sus personajes en el contexto de uno de los momentos más agitados de la nación.

La ciudad de Panamá y su imagen urbana pueden ser observadas en la planta baja del inmueble. La muestra de fotografías da una excepcional perspectiva de la imagen de lo que fue la ciudad de Panamá, un momento justo luego de demolidas las estructuras defensivas de la ciudad colonial para dar paso a la epopéyica obra del Canal de Panamá, en donde el mismo fotógrafo trabajo como dibujante en la etapa francesa.

La segunda y terceras plantas muestran imágenes de personajes de la sociedad panameña en una variedad de contextos, tanto populares, como de lo más puntosos. La imaginación no tendría referencia para describir los elementos culturales de la sociedad panameña de ese tiempo. Es posible observar casi todos los elementos de la fusión cultural que resulta de la sociedad panameña, que va desde los descendientes de los habitantes negros del extramuros o arrabales Santanero, ataviados en las más elegantes muestras de la moda europeizante de la época. No estarías lejos de entender en esas imágenes la carga emocional de la poesía atrapada de Gaspar Octavio Hernández en los versos de su poema Ego Sum. Mediante las imágenes podrás sentir la fuerza de un tambor bajo las copas de un árbol en las afueras de la ciudad de Panamá. Las fotografías muestran la fuerza, solemnidad, alegría, desafío, pretensiones, perlas, telas, sonrisas y la tristeza de hombres, niños y mujeres de la sociedad panameña. Tienes la ocasión de observar el drama de la fusión de inmigrantes de chinos casados con mujeres locales, a través de la fuerza y sensibilidad y de las imágenes captadas por Endara: conmovedor testimonio artístico de lo que muchos aún no han podido describir ese Panamá como crisol de raza.

La muestra no se agota allí. En los pisos superiores nos adentramos al mundo privado de Carlos Endara, hombre y fotógrafo. El testimonio familiar, captado en fotos y documentos nos hace vibrar con el drama casi victoriano en el trópico panameño. Un hombre, su familia en su tiempo y en su espacio. Extraordinaria muestra que se asoma al mundo privado de un personaje del siglo XIX.

El legado tecnológico de Carlos Endara se muestra en los últimos pisos de la Casa Museo; allí se puede apreciar elementos tecnológicos utilizadas por el artista. El estudio con su increíble tragaluz -detalle arquitectónico único- muestra la manera en que el fotógrafo utilizaba la luz para captar sus retratos. Muebles, cuadros, esculturas…. en fin, un sinnúmero de objetos nos asoman al estudio fotográfico y al mundo del artista. Queda aún por interpretar y ofrecer a los visitantes un análisis más profundo en el uso de la tecnología y el desarrollo de la fotografía en el contexto universal y de cómo se logra desarrollar en este lugar del trópico americano.

El alcance de la acción de conservación del legado fotográfico de Carlos Endara aún no podrá ser evaluado. El aporte e impacto a la investigación de la sociedad panameña a través de las fotografías conservadas aún podrá se estimada. Lo que si queda en evidencia es la acción desprendida, desde el ámbito de la iniciativa privada, en la conservación de uno de los legados más importantes con que los panameños abrimos los ojos hacia el siglo XXI.
Esta nota la escribo en ocasión de la visita a la Casa Museo Carlos Endara el día sábado 26 de septiembre. Adrianne Samos (curadora de la exhibición) y Mario Lewis, nos permitieron la visita al sitio del Museo luego de una plática en Diablo Rosso.
La reseña de la Casa Museo Carlos Endara fue publicada en el Suplemento Dia D, del Panama América, edición del domingo 8 de noviembre de 2009.

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