Del Bristol, de mis recuerdos y costumbres


Como todos los veranos, el Almanaque Bristol aparecía con mis vacaciones. Eran los meses en que el tedio de la rutina escolar se rompía y corría entonces en mi mundo infantil la expectativa de mis aventuras por Gualaca. Los Canjilones, los caballos y los ascensos al Hornitos…….la tienda de abarrotes en cuyos escaparates nunca faltó el Agua de Florida y el jabón de Reuter. No escapa de mi recuerdo, la mata de pelo de Natalia, mi abuela, de donde brotaba la fragancia y el brillo del Tricófero de Barry.

El Almanaque Bristol tiene 176 años de publicación continua. En Panamá como en muchos otros lugares de América Latina el Almanaque aparece entre los meses de noviembre y diciembre; y casi siempre lo encuentras-a pedido- en algunas de las farmacias locales. La voz almanaque proviene el árabe al-manaj y del latín manachus (círculo de los meses). Un almanaque se refiere al registro de los días del año distribuidos en meses y semanas, con información sobre las festividades y otras de tipo astronómico.
La primera edición del Almanaque Bristol ocurrió en 1832 en el estado de Nueva Jersey en los Estados Unidos de Norteamérica. Su autor fue Charles Bristol un médico cuya intención fue la de motivar a sus pacientes a que tomaran sus remedios de forma correcta con base de datos meteorológicos. Más tarde se le añadió mucha más información, haciendo del Bristol un compendio de referencia poco usual. Bristol fue el dueño inicial de la farmacéutica que aún conserva su nombre y que para el 1856 la firma Lanman y Kemp Barclay compró la empresa y añadió al almanaque anuncios sobre sus productos. Con los años se hizo una edición del famoso almanaque para la América Hispana y luego cada país se dio a la tarea de sacar su propia edición.
El Bristol es una suerte de calendario y santoral. Es una tabla de mareas para salir de pesca, cortarse el cabello y podar las plantas. El Almanaque te incluye un mapa del cielo: con eclipses lunares y solares y el detalle desde dónde serán visibles. Encontrarás en él pronósticos del tiempo además de las fechas, horas y los detalles de los solsticios y equinoccios solares. ¿Fantástico, no? El Bristol te cuenta de la aparición de los principales astros en la bóveda celeste con día y hora determinada…….en fin una cantidad de información que no creo que otra publicación similar pueda ofrecerte. El Bristol fue usado y aún se sigue usando para dar nombre a los recién nacidos, cosa que todos los Eufrasios, Teodosias y Agripinas te lo pueden asegurar. Algunos otros lo recuerdan por sus tragicomedias en cuadros a lo largo de la edición, y sin duda: por sus pronósticos zodiacales.

¿Quién no tiene un Bristol en casa? Gran parte de la sabiduría popular y de las costumbres familiares tiene una fuerte relación con el Almanaque Bristol. Ya me lo dijo Delfina una vez: la cañaza para que no se pudra, hay que cortarla en marea (Carnaval de Luna). Todos los primos y sobrinos esperábamos el baño de domingo con el jabón de Reuter de la abuela.

Recuerda también que el Bristol de dice: Para la caída del pelo: Tricófero de Barry. Para la jaqueca y los ritos secretos: el Agua de Florida. Hay quienes también le atribuyen propiedades curativas y al final un recurso infalible para los amores imposibles. No es casual que para los Carnavales en Santo Domingo de Las Tablas, te dejes escuchar, bajo el repique de tambores, alumbrado a la luz de las velas, el susurro de la voz de mujer que te dice -- échame perfume, Negro.


Junio 2007

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