CERRO ANCON. Tierra de nadie lugar de todos.
CERRO
ANCON. Tierra de nadie lugar de todos. Orlando Acosta
Patiño. Enero de 2015
htmlhttp://impresa.prensa.com/opinion/Ancon-tierra-Orlando-Acosta-Patino_0_4402809737.html
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En el aniversario número 52 de la gesta del nueve de
enero de 1962, la bandera que fue izada en la cima del Cerro Ancón, en 1979,
como inicio de la ejecución del Tratado del Canal de Panamá no estaba.
Esa misma semana el camino a la cima estaba bloqueado por troncos de árboles a
los cuales no se le ha dado el mantenimiento. Existen dentro del Cerro la
sede de ANCON –hoy en ruina- como resultado de un fuego el año
pasado. Los estacionamientos están siendo utilizados para almacenar autos
inbond sin saber quién los usa y tampoco quien autorizó esa actividad.
Los ciclistas, atletas y caminantes suben y bajan
con poca coordinación todos los días, especialmente los fines de semana
para gozar de un paseo por el bosque y una incomparable vista de la
ciudad. No existe en toda la ruta un solo recipiente de basura y ninguna
información sobre pautas de comportamiento ni información de sus plantas y
animales. La posibilidad de educar y cambiar conductas no es aprovechada ni por
MiAmbiente ni por la Alcaldía. Tampoco encuentras información de por qué
el Cerro Ancón es importante.
La cima del Cerro es utilizada para antenas de
televisoras y proveedoras de servicios de telecomunicación local y de control
de la navegación aérea y marítima. El control de acceso al área se
hace mediante el pago de un servicio de custodia- sufragado por la
Asociación de Residentes de Quarry Heights- y la UABR del MEF con una garita de
control cerca del acceso del centro turístico de Mi Pueblito, infraestructura
también en abandono por la Alcaldía. En la antigua sede del Comando Sur
funciona el Consejo de Seguridad. Los usos y actividades y quienes usan
el Cerro Ancón son diversas al igual que las instituciones que lo controlan.
En la década de los noventa se hizo un esfuerzo
para reconocer al Cerro Ancón como una Zona de Interés Cultural,
destacando los valores naturales, históricos y urbanísticos. Su declaratoria de
protección sería establecida y regulada a través de Decreto Ejecutivo.
Esta iniciativa fraguó en el Consejo Municipal que reconoció mediante
Acuerdo Municipal No. 157 de 31 de julio de 2001 el Área Protegida y
Reserva Natural del Cerro Ancón. Mediante este acto inusual, el Municipio
de Panamá creó su primera reserva Natural. Esta modalidad de creación de
área protegida no riñe con el ordenamiento en materia ambiental de hoy, la cual
admite que los Municipios administren áreas naturales para su protección
bajo figuras de co manejo,.
En el año de 2011 se promovió la elaboración y
discusión de un primer documento para el manejo integral del Área Protegida del
Cerro Ancón; esfuerzo al que se sumó la entonces ANAM, la ACP la UABR del MEF.
Hubo un primer resultad o se hizo un esfuerzo concertado para mantener,
conservar y finalmente administrar el Área Protegida del Cerro Ancón. A
nuestro juicio faltó “garra” política del Municipio de Panamá para tomar el
proceso final de consulta que permitiese asumir la responsabilidad técnica y
financiera para ello.
Han pasado varios años y estamos hoy ante un Municipio
fortalecido con un Dirección de Planificación, otra de Gestión Ambiental y
con 72 millones de balboa disponibles para invertir en la gestión
de un área natural de alta visitación y significación cultural. Lamentablemente
el Municipio en discursos públicos niega la competencia administrativa sobre el
área del Cerro Anón y vemos entonces que los esfuerzos Institucionales se
destacan en organizar desfiles navideños, sin desmeritar otros esfuerzos en
planificación y mejora de los aspectos de movilidad urbana en ciudad de Panamá
que también son necesarios.
Honrar la memoria de aquellos panameños
que dieron su vida para la recuperación del Canal mediante una acción
responsable y concertada en el manejo del territorio que ha visto pasar
procesos importantes para este país se hace necesaria. Necesitamos
administradores y políticos con visión de estadistas que dejen a esta ciudad
legados que honren los procesos históricos y pongan en perspectiva el valor de
los recursos naturales y culturales. Urge reconocer la paternidad del
área protegida del cerro Ancón para convertir la hoy tierra de nadie, lugar de
todos.