El calentamiento global no es una profecía bíblica..
El calentamiento global no es una profecía bíblica.. Orlando Acosta Patiño.
Diciembre 2015.
Las discusiones sobre el tema de
cambio climático convocado por Naciones Unidas se inician hoy en la capital
francesa. Paris recibe a cientos de mandatarios y decisores de todas partes del
mundo en un intento de lograr un acuerdo político para frenar el cambio
climático. El futuro del planeta está
en manos de los políticos. La vigésimo primera Conferencia de las Partes (COP21) es la cumbre en la que se
sientan los 195 países firmantes de la Convención Marco de las Naciones Unidas
sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Bajo el alcance de este tratado
internacional, que data de 1992, se reconoce la importancia e implicaciones del
fenómeno del calentamiento global.
Dedico esta entrega al compromiso
de informar, al igual que aportar elementos sencillos a una discusión que logre
generar reflexión entre los discursos políticos
y las acciones del gobierno panameño. Este ejercicio lo hacemos para contribuir
al tema e ir algo más lejos de los atávicos comentarios vertidos en medios de
comunicación y que afirma que estamos
ante una profecía bíblica. Para el Panamá
de a pie los resultados de la reunión COP 2015 estará diluida entre la fantasía
Disney que “inundará las calles de Panamá” bajo iniciativa de la Alcaldía y la pista de patinaje en hielo en un mall de la localidad. Estamos listos para el circo navideño que
distraerá la atención a temas planetarios que tienen que ver con el futuro de
la humanidad. Ya lo dijo mi abuela, ojos
que no ven, corazón que no siente.
Volviendo a la oscura visión
apocalíptica sobre el origen profético del calentamiento global, es preciso
aclarar que éste es un proceso resultado de la combustión del petróleo como
fuente de energía y que ha liberado a la atmósfera -en los últimos cien años-
toneladas de dióxido de carbono (CO2).
Estos gases invernadero impiden que el calor escape de la tierra
provocando el aumento de temperatura y la variabilidad del clima. Tormentas más intensas y sequias imprevisibles,
ciclones y huracanes más intensos, derretimiento de los hielos polares y el aumento
del nivel de los océanos son algunas de las consecuencias. La industria, el
transporte y el cambio de usos del suelo
son también responsable de esta situación. Informes de la Organización
Meteorológica Mundial (OMM), la concentración de CO2 en la
atmósfera alcanzó en 2014 las 397,7 partes por millón (ppm). Antes de la
Revolución Industrial (1850) era de 278 ppm. El Panel
Intergubernamental de Cambio Climático, cuerpo científico asesor de los políticos
en el tema, indican que las temperaturas del planeta aumentarán entre 3.7 y
45.8 grados en 2100. Los compromisos políticos
y las acciones de los gobiernos son clave para no llegar a este estadio.
Un recién diagnóstico realizado por la
Alcaldía de Panamá bajo el alcances de una proyecto regional sobre Ciudades
Sostenibles, promovido por el BID, ubican
a nuestra urbe entre aquellas con mayor emisión de gases invernadero. Uno de
los sectores que mayor aportan son el transporte y el movimiento de aviones
desde el hub de las Américas. El
Presidente, antes a partir a Paris, anunció el aumento de la frecuencia de
vuelos a provincia, incrementando con esta operación más gases a la atmosfera. La
posición país presentó como compromiso mundial la ejecución de un plan de
gobierno que incluye la construcción del metro y construcción de acueductos. El
Canal de Panamá como una ruta que minimiza la descarga de gases de calentamiento
global fue objeto de mención bajo el compromiso de protección de la cuenca del Canal. Ante esta misma realidad la Asamblea de
Diputados promueve la creación del Distrito Norte y los Honorables Diputados
promueven la urbanización de áreas boscosas donde nacen importantes ríos que
alimentan los lagos y posibilitan la operación del Canal. Los nacimientos de ríos y quebradas que
alimentan lagos para más de la mitad de la población del país están en riesgo.
El anuncio en laa construcción del metro
parece ser una acción sensata pero incoherente ante la cifra de que en Panamá
se venden 175 autos al día (según fuentes de la CGN). La expansión de las ciudades fuera de sus límites
urbanos para cambiar el uso de suelos y amenazar la oferta de producción de
agua en la cuenca del Canal es un error que impulsa el Ejecutivo. La política que impulsa el MIVIOT es
construir viviendas fuera de los cascos urbanos de Colón y Panamá que hoy se
encuentran vacíos y con la cobertura completa de infraestructura de agua y energía.
Cambiar usos de suelo es un error que va en contramano con lo que el Presidente
expresó en Paris.
Estamos invirtiendo recursos públicos en
pagar viajes de comitivas oficiales y escuchar mensajes contradictorios entre
el discurso y la acción. Las expectativas de lograr cambios importantes y
compromisos serios para reducir la emisión de gases invernadero atraviesan por
una coherencia de políticas públicas en la conservación de los recursos
naturales, el control de los usos de suelo en la cuenca del Canal y la reducción de emisión
de gases de calentamiento global.
Mientras esto pasa en Paris, en Panamá nos
preparamos para cerrar las calles de la ciudad para que los personajes Disney
tiren besitos entre los encandilados ojos de los ciudadanos que quedarán “en
blanco” por las luces del “espectáculo
de fuegos artificiales” en la cinta costera.
Para otros, el tema del COP se les resbalará como patines en la lisa y fría
superficie de las pista de hielo. Mañana a nadie le importará y tampoco sabrá
explicar por qué el nivel de los mares inundó las costas de Panamá y lejos
saber por qué ya no hay bosques ni agua en el Canal. Todo esto sucederá mientras la mayoría de los
habitantes de la ciudad de Panamá, Colón, La Chorrera y Las Garzas de Pacora al
frente de un volante tampoco sabrán explicar por qué tanto calor, menos aguas y
lejos saber, cuál es la temperatura del planeta. http://impresa.prensa.com/opinion/calentamiento-global-Orlando-Acosta-Patino_0_4360813941.html