500 años de pescado frito, una ciudad y el Cerro Ancón.


http://impresa.prensa.com/opinion/Ancon-ciudad-Orlando-Acosta-Patino_0_4278322164.html


500 años de pescado frito, una ciudad y el Cerro Ancón.  Orlando  Acosta Patiño. Agosto de 2015.

Carmen Mena García, en su publicación titulada: Traslado y Reconstrucción de la Nueva Ciudad de Panama (1673),  extraído de las Actas del XII congreso de la Asociación Internacional de Hispanistas celebrado en Birmingham, Reino Unido,  entre el 21-26 de agosto de 1995, nos trae – entre otras referencias-  información sobre la relación de la toponimia de Ancón con el nuevo sitio fundacional de Panamá.  En su obra  documenta y analiza los hechos que sustentan el emplazamiento de Panamá La Nueva junto al cerro Ancón, dos leguas al occidente de la Panamá La Vieja.   Para finales del siglo XVII la referencia del nombre del sitio de Ancón ya sonaba  entre las voces de la nueva ciudad a orillas del Pacífico.  El asunto del nombre de Ancón y la relación con la nueva ciudad tendrá –también  cumple- este agosto de 2015 quinientos años de historia y referencia en la memoria colectiva y social de esta ciudad.

 

Como ahora el Chorrillo, nombre que se asocia al sitio de Ancón es noticia por los Sabores que él trae, el asunto del Cerro Ancón me parece pertinente. Lejos de la paila de patacones, considero pertinente traer al plano público y particularmente a oídos de la administración de la Ciudad,  el asunto de la primera reserva natural  declarada por la Alcaldía.  Al  cerro Ancón se le reconocen valores naturales y culturales mediante el Acuerdo Municipal No. 157 del  31 de julio de 2001 donde se reconoce este espacio -  de aproximadamente 72 hectáreas - en el centro de la ciudad y a orillas del Canal, un carácter de protección; siendo ésta la primera declarada como tal, por el distrito capital.   

El cerro, luego de haber revertido hace más de 30 años y  de tener al menos 15 años de protección  no tiene un plan de manejo  que permita administrar los recursos naturales y culturales del área.   Bajo la importancia de la celebración del aniversario 500 la agenda Municipal se diluye- como en navidad- en conciertos y propuestas efímeras sin lograr – más allá de prender fogones en el Chorrillo-  articular un legado que trascienda.   

La misión declarada en el sitio web del Municipio de Panamá en  “crear una ciudad equitativa, limpia, segura, próspera, culta, sana, educada, democrática, participativa, ordenada, moderna y armónica para beneficio de la ciudadanía”,  no logra calar bajo la ausencia de un Plan de Manejo  para la reserva natural del Cerro Ancón.

La posibilidad de articular esfuerzos políticos y técnicos en el contexto de las regulaciones ambiente, como la Ley de MiAmbiente, el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP) y  aspectos de comanejo es real.   La miopía o falta la “garra” política por parte del Municipio de Panamá es lo que parece gravitar sobre el futuro del área protegida en términos de  concertar los intereses de los diversos actores y lograr validar un instrumento técnico-administrativo que logre potenciar los recursos naturales y culturales del área bajo una visión de sostenibilidad ambiental que tiene un fuerte potencial turístico.  Hay interés y concierto político,  sensibilidad ambiental desde la Vice alcaldía proveniente de una ejecutoria publica en defensa del ambiente y desde la plataforma de una sociedad civil que la lanza al escenario político.    ¿qué falta? . Falta visión y liderazgo de los Alcaldes que han pasado por la administración de la ciudad que no has sido capaces de ver la oportunidad de catalizar la participación de una complejidad de actores institucionales y de la sociedad civil para  articular y validar el  Plan de manejo.  Es cuando se hace entonces relevante el esfuerzo de  actores como la  Asociación para la Conservación de la Naturaleza (ANCON)-  y la Asociación de Residentes de Quarry Heights  que de forma conjunta, concertaron recursos para consultar entre la Autoridad Nacional del Ambiente – hoy Ministerio del Ambiente - a la Autoridad del Canal,  al  Instituto Smithsonian, al Ministerio de Economía y Finanzas una propuesta de Plan de Manejo- esfuerzo-  que no tuvo éxito.  De ello quedó un borrador discutido, pero ausente de la bendición política para ser sustentado, adoptado y ejecutado.   Aquí un nicho para la Alcaldía de impulsar un asunto técnico y culminar con un acto  político lo que un día administrativamente prohijó.   No hay duda que esta tarea es políticamente más compleja que adobar pescado y prender fogones en la cinta costera III.

Sigue pasando el tiempo.  La ciudad cumple 500 años y la administración de la Alcaldía sigue manifestando su interés en conceptos de sostenibilidad ambiental, siendo inconsistente la acción política de la praxis.  Hago una recomendación publica y gratuita al Alcalde para evaluar el escenario,  identificar prioridades, reconocer nichos de oportunidad y concertar intereses para el beneficio social; la ganancia política vendrá sola.  

Mientras los pájaros, los ñeques, armadillos, árboles   no tengan voto, el Cerro Ancón seguirá afirmando el eufemismo de ser la primera reserva natural de la Alcaldía de Panamá,  algarete y sujeto a los vaivenes de los intereses de las empresas transmisoras de señales de radio y televisión en su cima y sin un plan de manejo y lejos del interés legítimo del ambiente y el bienestar colectivo.

Señor Alcalde, urge promover la formulación del plan de manejo de la reserva natural del Cerro Ancón  como regalo que trascienda a la ciudad en sus 500 años de historia natural y cultural.

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