El apagón de Panamá: un misterio por resolver
Transparencia
. Orlando Acosta, febrero de 2013.
El 25 de febrero del 2013 será
recordado por el gran apagón nacional.
Todo el territorio panameño quedó sin suministro de energía por más de
tres horas. Toda la actividad productiva y de servicio a nivel nacional fue
interrumpida. Los hospitales,
aeropuertos, potabilizadoras de agua quedaron sin posibilidad de ofrecer servicios a nivel nacional. La cándida razón
que explicó el apagón de Panamá fue un incendio en la servidumbre de las torres
de transmisión en Coclé por efecto de la
zafra de la caña de un ingenio
azucarero. La razón que justifico el
apagón no es tan sencilla y diría mi
abuela: los perros no se amarran con chorizos.
El fuego de los cañaverales de Coclé
y la relación entre los servicios de transmisión eléctrica va más allá de lo
que los medios informaron. En un
contexto donde las redes sociales ofrecen información casi instantánea, aún
espero las dantescas e infernales fotografías
de las llamaradas de las sabanas de Coclé que interrumpieron la transmisión de
energía a nivel nacional.
Personalmente creo que no hubo tal
fuego y si lo hubo no creo que fuese capaz de causar los estragos que la
empresa de transmisión de energía
informó con tardanza, en el día de
ayer. La actividad de zafra es una que
se desarrolla hace más de cuatro décadas en las sabanas coclesanas. El fuego que genera la quema de la caña
alcanza a lo máximo diez metros de altura.
Las torres de transmisión tienen cerca de treinta metros. Imposible que el fuego haya quemado algo que
no puede alcanzar. No ha habido informe
sobre un fuego de la magnitud que fuese capaz de causar los daños reportados. Algo está aun por decir que la empresa no
quiere decir, al igual el ruido que el silencio que produce la Autoridad de los
Servicios Públicos.
Por otro lado me pregunto sobre la
vulnerabilidad de los sistemas de transmisión de energía. ¿Esta el sistema
nacional de transmisión de energía vulnerable y sujeta a los efectos de una
practica productiva asociada a la caña de azúcar? ¿Es este tema de los fuegos de los
cañaverales imposible de mitigar? ¿Cuál es el plan de contingencia de la
empresa de transmisión eléctrica para enfrentar una emergencia previsible?
Los problemas de dotación de agua
potable por la imposibilidad de que las plantas operasen, el tema de
inseguridad publica por falta de energía, los quirófanos y servicios
hospitalarios, los servicios de transporte aéreo, la interrupción de
transacciones comerciales suman una importante suma imposible de cuantificar.
¿Quién es el responsable de lo
sucedido ayer en todo el territorio nacional?
¿Los cañeros, los que están en el negocio de la caña de azúcar, los que
cobran por la transmisión de energía? ¿Es
la ASEP quien regula las reglas de los
servicios de transmisión eléctrica y que la Empresa concesionaria no haya
podido aplicar un plan de contingencia para enfrentar la situación? Algo huele a quemao y no es precisamente los
cañaverales de los llanos de Coclé. El
país exige una explicación.