Panamá: la pesadilla de Gaugin
Orlando
Acosta. Febrero de 2013
El Museo del Canal de Panamá
presenta entre el 7 de diciembre hasta el 10 de marzo la exhibición "Paul
Gauguin, el sueño de Panamá". Los panameños tenemos la
posibilidad de apreciar una exhibición inusual que por su calidad pictórica y
la trascendencia del artista, nos permite asomarnos a interpretar el alcance de
las obras del Canal en el imaginario de un artista de la estatura de Paul
Gaugin. La exhibición es la primera en su tipo en Panamá y probablemente en la
región centroamericana por la calidad de las obras, las instituciones que
colaboran y la trascendencia del pintor que incide en los movimientos
artísticos más importantes del siglo XX.
Paul Gauguin nace en el año de
1848 y se le reconoce como líder de la pintura post impresionista y parte del
grupo de pintores mas importantes o sino el más importante. Es hijo de un
matrimonio formado por Clovis Gauguin y Aline María Chaza, pariente del último
virrey del Perú. Desde su temprana juventud, Paul Gaugin viaja al Perú,
después del golpe de Estado de Napoleón III en 1851. Viaje durante el que se
quedó huérfano de padre y la madre se ve obligada a recurrir a la generosidad
de parientes que vivían en Lima (Perú). El entorno natural de esos primeros
años influirá en gran parte de su obra. Vendrían después su vuelta a Francia,
su éxito como agente en la bolsa, su matrimonio y sus cinco hijos, su inmersión
en el impresionismo y la posterior debacle de su cómodo nido familiar y
profesional tras el desastre de la economía.
Es posible que Paul
Gaugin el tema de Panamá lo seduzca desde los antecedentes para la organización
en la construcción del Canal Interoceánico, que para los años de 1879 la Société de Géographie, bajo un esquema
financiero de emisión de bonos, propone bajo un costo de 600 millones de
francos, la construcción del Canal Interoceánico. El financista en
búsqueda de su naturaleza de artista y tras el brillo de una
quimera tropical, emprende un viaje donde se vincula como trabajador de
las obras del Canal francés en Panamá.
Mario Vargas Llosa, en el reportaje
periodístico “Las Huellas de un Salvaje” publicado en El País, bajo la
exhibición “Gauguin y el viaje a lo exótico” que presenta el Museo
Thyssen-Bornemisza de Madrid, afirma que es “en el Caribe, donde por fin
encontró rastros de lo que buscaba y pintó los primeros cuadros en los que
Gauguin comienza a ser Gauguin”. La misma exhibición sitúa en los
viajes del pintor “el origen de la ruptura del arte moderno y la semilla de las
corrientes visuales mas fértiles del siglo XX”. Aquí la importancia de la
muestra del Museo del Canal, siendo Panamá la puerta a ese trópico idealizado
por el pintor y el periplo de los viajes de Gaugin que lo lleva desde estas
tierras hasta Tahití en Pacífico sur, pasando por Martinica en el Caribe.
La exhibición del Museo
del Canal presenta, entre óleos, cerámica y zintografías del pintor, una serie
de doce fotografías en sepia provenientes de los fondos de la Biblioteca
Nacional de Francia, que muestran, entre otras referencias, la imagen
urbana de las ciudades de Colón, las obras del Canal Francés y de la Isla de
Taboga. Una fotografía en particular muestra un grupo de ingenieros
franceses, entre ellos Pedro Josa Sosa, primero y único ingeniero panameño que
participa en las obras del Canal francés.
Lo que el pintor encuentra
en Panamá no es un panorama idílico ni paradisiaco. Las descripciones de
sus coterráneos, documentadas en las crónicas de las exploraciones del Istmo
por Armand Reclus describe un Colon insalubre, pobre y de una imagen urbana
–atrasada - frente a los referentes europeos. Las descripciones refieren
un Colón negro, sucio, violento –pero alegre- que contrasta con un
esquema empresarial fuertemente estratificado y teñido de una sociedad
elitista, aristócrata, controlada por el Barón que se maneja bajo la
administración burocrática de un Departamento de la Gran
Colombia.
El paso de Gaugin por
Panamá fue un camino difícil: un sueño trocado en pesadilla
-circunstancia que lo inicia al trópico violento - y que lo catapulta a su
próximo destino en la isla caribeña de Martinica. Paul Gaugin no
pinta en Panamá y escribe a su esposa Mette, donde le cuenta de su paso
por estas tierras donde enfermo y convaleciente de las fiebres tropicales,
cuenta de forma optimista de Taboga, destino que también los desilusiona.
La exhibición
incluye las cartas digitalizadas y otras originales escritas por Gaugin desde
Panamá. Gaugin parece que escribió desde Panamá. No se conoce
ninguna referencia pictórica que se le atribuya al pintor durante el breve paso
por estas tierras.
Las obras titánicas
desarrolladas por los franceses para la construcción del Canal de Panamá fue el
escenario que recibe a Gaugin, donde la muerte masiva de trabajadores se
respiraba en el aire. Un trópico caliente, inhóspito, inteligible, con
olor a muerte alejaba la visión idílica que el pintor preconcibió.
"Paul Gauguin, el sueño de
Panamá" abre la posibilidad de una historia aún por contar. Un atisbo a la
imagen de un espacio geográfico teñido por la vorágine de una condición
de tránsito. Una historia entre el hombre, el arte y la tecnología.
Lo que muestra las salas del Museo
del Canal se transforma en una cita obligada para los que quieran seguir
entiendo e interpretando Panamá, la universalidad del Canal, la vida del
artista y la construcción de uno de los movimientos artísticos más importantes
– sino más notables- del siglo XX.
Referencias para el lector avispado:
·
Reseña de la exhibición
en el diario El País: El universo exótico de Gaugin en El Museo Thyssen en
Madrid que acoge una exposición sobre Gauguin (1848-1903) y su influencia en
las vanguardias de inicios del siglo XX hasta enero del 2013.
·
Armand Reclus. Exploraciones a los
Istmos de Panamá y Darién en 1876, 1877 y 1878