La sutil diferencia entre la música y la violencia.
El pasado 20 de noviembre de este año, en la ciudad de Paris, a Danilo
Pérez se le ha sido otorgado la designación de Artista por la Paz por parte de
Unesco. Irina Bokova, directora general de esta
organización distingue al panameño bajo esa designación. Este honor ha sido otorgado a otros artistas
de talla mundial como el tenor Plácido Domingo, la actriz y cantante
María de Medeiros, el músico Gilberto Gil o la arquitecta iraquí de
nacionalidad británica Zaha Hadid. La ejecutoria a este panameño se suma
a los valores universales que exhibe la sociedad panameña ante Unesco, esta vez
no de carácter patrimonial- sino naturalmente humano y trascendente.
Este reconocimiento universal choca contra la violencia local y
brutal de la fuerza publica panameña cometida hace meses contra Joshue Ashby-
egresado del Conservatorio de Berklee - en la Calle primera de la ciudad de
Colón cuando fue objeto del maltrato y violación de sus garantías constitucionales.
La fuerza pública, como las balas, no tiene capacidad de reconocer
la diferencia entre un arma y un violín.
Este domingo los medios hicieron público – en medio del desfortunio de
Colón y su gente- la noticia que destacó a Joshue Ashby, joven músico quien
dejó la “calle caliente”, a cambio del violín. ¡Qué mensaje más
hermoso, sobre todo para nuestros jóvenes que hoy se encuentran en la misma
situación en la que Joshue estaba cuando tomó la decisión de estudiar música y
ser hoy el representante de la Fundación Danilo Pérez en Colón!
Mientras el tiempo hecha tierra a la agresión de Ashby en Colon, en
Paris se reconoce en el firmamento universal “ el esfuerzo de Danilo Pérez
en desarrollar programas de educación musical para niños panameños en situación
de extrema pobreza en su calidad de presidente de la Fundación Danilo Pérez y
su dedicación a los ideales y objetivos de la UNESCO”.
Danilo Pérez viene trabajando-al menos en Panamá- a la promoción de la
juventud a través de la oportunidad para jóvenes en la formación musical
mediante la proyección de la Fundación que lleva su nombre. La Fundación Danilo
Pérez se proyecta y viene pegando duro al ofrecer oportunidades a jóvenes
panameños en riesgo social. El testimonio de Joshue Ashby, asi como el de
más de una docena de jóvenes egresados del prestigioso conservatorio en Boston,
ratifica que la opción en la educación musical es una alternativa productiva a
la vida de un joven panameño.
La Fundación Danilo Pérez viene trabajando en el antiguo edificio del
antiguo Conservatorio Nación de Música ofreciendo oportunidades de educación a
jóvenes panameños. Al Compas de la Música es una de estas iniciativas en
la cual 500 niños de Panamá y Colón se beneficiarán del programa.
Bajo esta iniciativa jóvenes panameños, como Joshue, recibirán clases de
educación y motivación musical, promoción de valores y creatividad.
Los valores que reconoce Unesco a personalidades panameñas como
Danilo Pérez no hacen sino reafirmar al recurso humano panameño comprometido a
trabajar bajo la luminosidad de valores universales. Afirme públicamente en
otra entrega que “el esfuerzo de formar capital humano en el mundo de la música
como manera de escapar de la violencia y enaltecer los valores culturales de
Panamá no tiene precio”.
Con una población numerosa de jóvenes sin futuro en los barrios
marginales de las ciudades de Panamá la proyección y el potencial de
iniciativas de educación y oportunidades que impulsa la Fundación Danilo
Pérez, no hace sino correr una luz de esperanza en medio de los
nubarrones que anuncia una sociedad panameña más pobre, opaca, desequilibrada y
violenta.