Globos navideños, barbarie y anarquia
Las fiestas navideñas del 2011 en la capital del país terminan con un reflejo que deja en evidencia una sociedad primitiva y bárbara incapaz de discernir la ficción de la realidad. Una sociedad violenta, cruel e incompasible que atenta contra la dignidad propia y colectiva. Un Panamá que arrastrada por las calles de la ciudad se mostraba confundida y obnubilada por las luces de quimeras políticas. Panamá fue el escenario de una avalancha del populacho ávido de circo y de gobernantes dispuestos a dárselo, y con capacidad de disfrazar la farsa de diciembre con besos y saludos de políticos de dudosa compromiso social. Al espectáculo se le suma el vandalismo de los bienes comunes y la incapacidad de la Policía en el manejo de multitudes. Lo más irreal es la negación de lo verdad y dejar de reconocer la condición de deterioro y desarticulación social en que estamos inmersos. Todo comenzó con el anuncio de un espectáculo de globos “como en otros países” y con ello, embobar al p...