Política estatal para la conservación del agua en la Cuenca del Canal de Panamá.

El tema de áreas revertidas y Canal de Panamá ha tenido como pocos consensos nacionales. Este reconocimiento y discusión se ofrece en el marco de la administración del Presidente Endara a principios de los años noventa. El Dialogo Panamá 2000 dio como resultado las estrategias para la administración de los bienes revertidos y el Canal de Panamá. La Ley orgánica del Canal de Panamá y la Ley 21 de usos de suelo para áreas revertidas y cuenca del Canal fueron el resultado de la convocatoria y resultado de un ejercicio democrático. Para los que la memoria le falla, todo este ejercicio y ejecutoría se encuentra resumida en el libro Cuando los Políticos Cumplen de Mario Solórzano, quien presentó y documentó las vivencias, memorias y los resultados del Diálogo Panamá 2,000.
A partir del inicio del año 2,000 la administración del Canal en manos panameñas así como el instrumento de gestión territorial para el uso, administración y manejo de los recursos en la cuenca del Canal fueron puestos en marcha. Con relación al Canal no ha habido duda sobre la gestión de él en manos de los panameños. Los ingresos provenientes del Canal como la operación de la vía acuática son resultado de ello y muestra de que la tarea ha sido cumplida y rebasada en éxito por la ejecutoria de la comunidad de técnicos y gerente al frente de su administración y su ampliación. De esto no ha habido duda. Los panameños somos gentes capaces y comprometidas.
El tema de la gestión del territorio y gobernabilidad en el tema agua presenta retos y desafíos que requieren ser solventados. No es misterio para las comunidades así como para la institucionalidad responsable la condición del abastecimiento de agua potable para muchas comunidades en la Cuenca del Canal, así como también la deficiencia en cuanto a los sistemas de tratamiento de aguas y la creciente contaminación de los ríos y quebradas por basura y vertidos de aguas residuales y domésticas. El Estado en su organización institucional hace frente al problema de dotación de agua y saneamiento mediante la formulación y ejecución de grandes proyectos de agua. El proyecto de agua potable y saneamiento de Panamá (PASAP) ofrece buenas perspectivas con relación al tema; no obstante el asunto del control de los asentamientos urbanos y periurbanos a lo largo del corredor transistmico demanda la atención y la articulación institucional para mejorar las condiciones económicas, sociales y de calidad de vida para la población. El MIVIOT viene haciendo un esfuerzo en la formulación de planes parciales de ordenamiento territorial bajo los lineamientos de la Ley de usos que establece el crecimiento y usos de las áreas dentro del corredor transistmico (Ley 21 de julio de 1997), pero no es suficiente.
Reconocer que la relación entre espacio y sociedad es determinante para lograr niveles de desarrollo es un buen comienzo para gestionar la forma en que crecen y se consolidan las comunidades a lo largo del corredor transistmico. El MIVIOT frente al reto que representa reordenar y adecuar los asentamientos para producir espacios saludables, reducir la vulnerabilidad hídrica, mejorar movilidad y procurar funcionalidad entre los equipamientos urbanos y de servicios no podrá ser logrado sin colaboración de otros actores. Se evidencia la necesidad de información y disponibilidad de tierras nacionales y municipales para re-crear centros de servicios y rediseñar redes viales y mejorar funcionalidad. Instituciones como la ANATI pueden ofrecer respuesta a la necesidad de crear espacios para corregimientos de dinámico crecimiento como Las Cumbres, Alcalde Días, Ernesto Córdoba, Chilibre, Arraiján y La Chorrera. Esta nueva instancia tiene oportunidad de ofrecer servicios para las comunidades y la población en general. La mejora de la red urbana y de servicios es clave para mejorar los niveles económicos y sociales, así como para reducir los niveles de violencia y además crear pertenencia y arraigo de la población.
La política de administración de tierras en los corregimientos y comunidades de la cuenca del Canal de Panamá, particularmente del corredor transistmico debe ser reforzada para consolidar y detener el crecimiento horizontal. Las acciones de saneamiento y abastecimiento de agua deben ser fortalecidos y promovidos en el largo plazo como una política de Estado, reconociendo en la gestión de agua el futuro de la economía nacional, la salud y el bienestar nacional.
La discusión técnica y política debe orientarse a fortalecer la ejecutoria institucional. Las instituciones responsables de territorio y los recurso naturales como el MIVIOT, la ANAM, y la ANATI deben funcionar fuera de la noción electorera de ciclos quinquenales y transformarse en instancias de alta calidad técnica con visión a largo plazo para la ejecución de iniciativas que fortalezca la gestión del agua largo plazo, particularmente en la Cuenca del Canal y en los territorios conurbados del corredor transístmico. El principal reto es elevar y fortalecer la discusión y acción política hacia el principal objetivo de conservación del recurso agua en la Cuenca, en el marco de sostenibilidad económica, social, ambiental y cultural.

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