UNA REALIDAD QUE SUPERA LA FICCIÓN.Cinta costera, una oportunidad para el cambio

ORLANDO ACOSTA
opinion@prensa.com
Este título puede evocar la cortina de un canal de televisión satelital. No. Ahora lo transformo en una frase que recoge la realidad y la oportunidad. Ayer domingo decidí calzar las chancletas, zapatos o como quieras, las zapatillas del pueblo y caminé por la cinta costera. Primer paseo dominical desde que los medios demonizaran al pueblo y al gobierno de turno sobre el uso y desuso, la inversión y la construcción del llamado paseo costero. Lugar y tiempo que habla de los millones invertidos, de las toneladas de detritos y basura vertidas después de los masivos encuentros populares en el parque lineal de la Avenida Balboa.
Mismo tiempo de las mal cantadas villas navideñas. Tiempo de escándalos edilicios. Eco de voces de peculado, de vicios y favores. El paseo me hizo reflexionar no en los apetitos mercantiles del Alcalde y sus parientes, sino en la poca visión sobre el potencial del paseo en un lugar de encuentro, cultura, educación ciudadana y detonante para el cambio.
Entre el calor y brisa y el magnifico paisaje urbano compré una paleta de coco en el lugar de las extremas salas de cine al inicio del paseo costero. Mientras duró el deleite de la lechosa, dulce y saturado sabor del coco y mis manos pegajosas jugaban con el papel de envoltorio, a riesgo te lanzarlo al mar, lo mantuve en mi bolsillo del pantalón por casi medio kilómetro del paseo. No encontré, sino hasta las canchas de basketball, pasado el BBVA, el primer “tinaco” dispuesto a recibir mi basura. ¿Qué hace la gente con los papeles en las manos luego de caminar más de medio kilómetro en la cinta costera? Adivina. La cinta costera ofrece a los medios de comunicación un espacio de crítica a la conducta social y se asoma como la más grande escuela de formación de valores cívicos y morales de la ciudad. Interesante idea que aún no he escuchado.
Todos los mensajes al pueblo en la cinta costera comienzan con un rotuno NO. No tire papeles. NO tire basura (a dónde), NO Pise la grama, NO juegue en los gaviones, NO cruce la calle. Basta de NO. Que opinen los sicólogos sociales.
Cinta costera lugar de SI. Oportunidad y espacio de educación ambiental para educar sobre los sitios de conservación de aves migratorias. El golfo y la bahía de Panamá lugar de encuentro de ballenas legendarias y sitio de riqueza marina único en el Pacífico americano. Cinta costera: escenario de economía urbana.
Encontré a panameños y panameñas tratando de hacer su domingo, bien en fogones de carne en palito, ceviche, raspao y otros seduciendo a turistas y locales con la yuca sancochada. También pensé que este espacio de mercado dominical debería servir al pueblo para clínicas de empresa y asesorías financieras dadas por nuestros ex presidentes y actuales presidentes. Los primeros que tienen el talento de evadir la ley y de tener yates, aviones, helicópteros, autos de carrera con mil dólares provenientes de los peculios de su esposa y el otro de amasar fortunas millonarias veinte años después de la ruina de la invasión de 1989. ¿Cómo lo hacen? Deberían compartir su talento con el pueblo.
Cinta costera, espacio de memoria e historia cultural. ¿Qué significado tendría para los niños el “man” de la bola al otro lado de los cuatro carriles de carros del viaducto? Solitario y aislado en un espacio de la cinta costera. Vasco Núñez jamás podrá contestar a los niños sobre el océano Pacífico y cinco siglos más tarde la proeza de los panameños en la ampliación del Canal de Panamá. ¿Echarán de menos los niños y niñas de Panamá la historia que ya no nos podrá contar el edificio de la embajada norteamericana en la Avenida Balboa? La cinta costera y su diseño aislaron los elementos culturales más importantes del conjunto de parque lineal, condenando a propios y a extraños presos a perderse en los laberintos de la historia local y universal.
Qué no decir del Pacífico sonoro de Gaspar Octavio Hernández, del barrio de La Exposición, del presidente Belisario Porras, del Instituto Gorgas, de la Avenida Balboa, de Pedrarias Dávila, de Panamá Viejo, de Taboga, de Pizarro, del Canal, del hospital Santo Tomás, de la fiebreamarilla, ¿quién y que más en la lista para interpretar a Panamá para los panameños? En la cinta costera no hay intención de hacer orgullosos a los panameños, de hacer entender su pasado histórico condenándolo a la confusión del inminente mundo globalizado.
Más allá de lo dicho, visto y documentado, la cinta costera presenta un espacio optimista para promover un panameño nuevo que le de libertad y poder para moverse en trazos hacia un Panamá mejor y entonces pregunto: ¿Tú qué aportas?

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