El Antiguo Club Unión y el Baile del Mono por la Plata.
He leído en los medios la información sobre otra obra de restauración desarrollada en el Casco Viejo. En esta ocasión las obras de demolición en el antiguo Club Unión se disfrazan con dizque trabajos de restauración. Parece que a la antigua sede del Clases y Tropas y otrora Club Unión le depara el mismo destino que el Hotel Central. No nos sorprendamos que las paredes del edificio caigan al mar no por el ruido de los “yacamas” contra sus paredes, sino por la resonancia de los acordes y la saloma en el baile del pindín patrimonial.
Resulta que la información dice que se construye un hotel en el antiguo edificio y que las paredes se demuelen justificando deterioro por la acción del salitre y la evidente corrosión de la estructura por acción del tiempo. De acuerdo, pero yo añadiría que la acción de deterioro también se debe atribuir a la misma acción del Estado y de los dueños de la propiedad y los promotores que se empeñan en destruir el patrimonio construido.
Veamos. El edificio permaneció en e completo abandono desde su vandalización post-invasión en el año 1989. Ninguna institución ni ningún agente intervinieron para impedir lo que hoy justifica la demolición de parte de su estructura. Esto lo catalogo como una irresponsabilidad de parte de la organización del. Estado y falta de conciencia ciudadana. El primero por faltar a su deber y el segundo por provocar una situación a favor de intereses privados y particulares, que hoy exhiben un flagrante conflicto de ética..
Resulta además que entre la orquesta que participa en el “show” restaurador o en la operación “ extreme make over” del Club Unión se le suma el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Históricos ICOMOS, por sus siglas en inglés. Para los poco conocedores la citada instancia es un organismo no gubernamental dedicado a la protección y conservación de sitios y monumentos históricos, algunos de alcance universal, como es el caso del Casco Viejo. ICOMOS avala la destrucción del edificio del Club Unión y anuncia que el arquitecto al frente de la obra, expresidentes de la misma instancia conservadora, es el arquitecto jefe del proyecto. ¡Vaya actuación ¡ Otro negocio redondo.
Una vez mas nos enfrentamos a una circunstancia en donde la organización del Estado en las instituciones protectora del Patrimonio Panameño muestra su fragilidad y su laxo poder para hacer cumplir las normas. . También veo con tristeza que por la plata baila el mono y que el Patrimonio de la Humanidad se encuentra emplazada en el centro de cualquier vulgar toldo de pueblo sin destino ni respeto en donde la ética y el conflicto de interés es lo que menos importa, en subasta al grito de la puja y repuja por unos dólares mas.
Orlando Acosta
Septiembre de 2010
Resulta que la información dice que se construye un hotel en el antiguo edificio y que las paredes se demuelen justificando deterioro por la acción del salitre y la evidente corrosión de la estructura por acción del tiempo. De acuerdo, pero yo añadiría que la acción de deterioro también se debe atribuir a la misma acción del Estado y de los dueños de la propiedad y los promotores que se empeñan en destruir el patrimonio construido.
Veamos. El edificio permaneció en e completo abandono desde su vandalización post-invasión en el año 1989. Ninguna institución ni ningún agente intervinieron para impedir lo que hoy justifica la demolición de parte de su estructura. Esto lo catalogo como una irresponsabilidad de parte de la organización del. Estado y falta de conciencia ciudadana. El primero por faltar a su deber y el segundo por provocar una situación a favor de intereses privados y particulares, que hoy exhiben un flagrante conflicto de ética..
Resulta además que entre la orquesta que participa en el “show” restaurador o en la operación “ extreme make over” del Club Unión se le suma el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Históricos ICOMOS, por sus siglas en inglés. Para los poco conocedores la citada instancia es un organismo no gubernamental dedicado a la protección y conservación de sitios y monumentos históricos, algunos de alcance universal, como es el caso del Casco Viejo. ICOMOS avala la destrucción del edificio del Club Unión y anuncia que el arquitecto al frente de la obra, expresidentes de la misma instancia conservadora, es el arquitecto jefe del proyecto. ¡Vaya actuación ¡ Otro negocio redondo.
Una vez mas nos enfrentamos a una circunstancia en donde la organización del Estado en las instituciones protectora del Patrimonio Panameño muestra su fragilidad y su laxo poder para hacer cumplir las normas. . También veo con tristeza que por la plata baila el mono y que el Patrimonio de la Humanidad se encuentra emplazada en el centro de cualquier vulgar toldo de pueblo sin destino ni respeto en donde la ética y el conflicto de interés es lo que menos importa, en subasta al grito de la puja y repuja por unos dólares mas.
Orlando Acosta
Septiembre de 2010
