Patrimonio Cultural, Natural y Urbano. Sobre el tema de los patronatos para su gestión y conservación


La prensa local ha hecho noticia sobre la organización de un patronato- la más reciente- para la administración de la Cinta Costera. El MOP, la Autoridad de Turismo, el INAC y la manoseada sociedad civil figuran entre los posibles integrantes de la figura del Patronato. La propuesta de organización de un patronato para la cinta costera se fundamenta en el relativo éxito de éstos en materia de conservación y administración de elementos patrimoniales, a la incapacidad y falta de recursos de las instituciones del Estado responsables en esas tareas; añadiría, la poca discusión y ausencia de foros de discusión sobre la gestión del patrimonio cultural y natural en la sociedad panameña. Veamos.

La primera experiencia de patronato ocurre para la administración del Parque Natural Metropolitano (PNM) en el año de 1988. Los bosques contenidos en esta reserva natural se originan por la impronta reversión de tierras por la ejecución del Tratado Torrijos Carter. Hasta donde conozco, la condición de bosques próximos a una aglomeración urbana es notable en el contexto latinoamericano; carácter que le otorga su valor patrimonial. La representación de la sociedad civil en los asuntos de la administración del patrimonio natural recae en un grupo de asociaciones cívicas conservacionistas, institutos de investigación y agencias gubernamentales. En el año de 1998 se introduce la figura de un Director Ejecutivo para la administración del Parque. Tiene un Plan de Manejo que guía los programas y proyectos de educación, conservación, investigación y recreación del PNM en el mediano y largo plazo. Desde su creación el PNM ha avanzado muchísimo y ha dejado de ser un monte a la orilla del Camino de la Amistad y de la Avenida Juan Pablo II, para transformarse en un espacio de recreación y de investigación para los panameños.

El Patronato de Panamá Viejo (PPV), creado posteriormente en el año de 1995 y a nuestro juicio el modelo más exitoso que existe localmente en el tema de la administración del patrimonio cultural en Panamá. Se organiza mediante una Junta Directiva representada por personas entre las organizaciones privadas y públicas que lo conforman. Dentro de la organización del PPV están establecidas varias comisiones de trabajo con el propósito de ofrecer de Asesorar a la Junta Directiva y revestir de mayor participación social el quehacer del Patronato. Las Comisiones de de Finanzas, de la Plaza Mayor, Publicaciones, Mercadeo, Relaciones Públicas y Asuntos Legales cumplen esa función. El PPV suscribe 12 convenios con instituciones académicas y científicas a nivel local e internacional. Cuenta además con un Laboratorio de Conservación y un Departamento de Arqueología y Arquitectura, como resultado de los trabajos de investigación e interpretación, pues también opera un museo en sitio, el único de carácter urbano-arqueológico que existe en la ciudad. En más de diez años el Patronato de Panamá Viejo es reconocido como un exitoso instrumento, abierto y transparente para la conservación, investigación, comunicación de los principales aspectos de la primera ciudad en el Pacífico Americano. Desde nuestro punto de vista, el modelo y desempeño de este Patronato lo ubico en el plano de lo exitoso y, además, con mayor apertura en términos de participación social ciudadana en el tema de conservación, investigación y divulgación del patrimonio cultural.

El Patronato del Museo del Canal Interoceánico (MUCI), Creado por iniciativa del Municipio de Panamá en el año de 1997, lo integran más personas que organizaciones de la sociedad panameña. En él participan tres personas, una ONG y dos instituciones del Estado (Municipio y la antigua Comisión del Canal de Panamá hoy Autoridad del Canal de Panamá). Este carácter considero que le confiere pocas fortalezas para tomar decisiones fuera de posibles conflictos de intereses. Gravita sobre lo anterior que es el único de los modelos de Patronatos que reciben importantes subsidios económicos o aportes financieros de una empresa como la del Canal. El Patronato del MUCI, y la exhibición inaugural se organiza en la perspectiva de la celebración del Congreso Universal del Canal de ese mismo año. Su Junta Directiva, al igual que las figuras adscritas parecen vitalicios y sólo han no han sido renovados una sol vez desde el año 1997. Esta última circunstancia a nuestro juicio, le resta transparencia a su gestión. Los temas relacionados con la historia sobre el patrimonio tecnológico, social, económico y geopolítico de la vía interoceánica son asuntos que son sensitivos, en la perspectiva de la correcta interpretación de la historia, y del presente y futuro de nuestro país. En este sentido, considero que merece una crítica como modelo de participación y transparencia y es en este aspecto, donde coloco su principal deficiencia. No obstante lo anterior, hay que reconocer que el Patronato del MUCI logró la restauración de uno de los edificios más emblemáticos en el Casco Viejo que alberga una interesante exhibición y ofrece un espacio que enriquece la oferta del qué hacer cultural en la ciudad de Panamá. Hasta allí.

Antes de aparecer el Patronato para la Cinta Costera, figura el Patronato de San Lorenzo y Portobelo (dos sitios de categoría mundial y cuyos valores arquitectónicos, culturales y naturales se encuentran en peligro de destrucción). La legitimidad en su conformación y los antecedentes del por qué de su creación, parecen gravitar sobre la continuidad de este patrimonio, propuesta amparada, según mi opinión, bajo la misma falta de transparencia, de participación social y consenso ciudadano. Se añade también la ausencia de mecanismos legales y administrativos para el manejo de fondos. No auguro buen futuro al Patronato de San Lorenzo y Portobelo.

La Cinta Costera, que aún no adquiere el carácter patrimonial por lo nuevo de su emergencia, le falta aún calar en el colectivo social panameño como un bien de esparcimiento de todos los ciudadanos, que merece ser conservado y protegido. Los intentos de proponer usos culturales como los carnavales y foro de conciertos navideños son parte del problema sobre su uso, funcionalidad y objetivo a largo plazo. Sobre esto pesa también la poca transparencia bajo la cual fue diseñada, discutida, construida y que hoy exhibe su principal Talón de Aquiles ¿qué significa, cómo y para que vamos a usarla? Creo que estamos lejos de contestar la discusión sobre si un Patronato es efectivo para su administración,. El tema de la Cinta Costera es su costoso mantenimiento, su condición de conectividad urbana, el impacto sobre el Casco Viejo y los posibles usos sociales.

Finalmente, y en nuestra opinión, la principal dificultad de los Patronatos se ubica en la composición y el relevo idóneo de quienes la integran y dirigen. La normativa que los regulan no ofrece flexibilidad en renovar la representación de sus miembros, referidos a las asociaciones, personas, grupos económicos y organizaciones conservacionistas que lo integran, elemento que limita la participación social ciudadana, aumenta los conflictos de intereses y finalmente impacta en el tema final de la conservación patrimonial. Lo expuesto -a nuestro juicio- puede ser mejorado con voluntad de los mismos Patronatos, con una mayor discusión social ciudadana que permita una mayor inclusión democrática en sus instancias de coordinación y dirección. Solventado este aspecto veremos mayor proyección, recursos para la continuidad y conservación del patrimonio cultural y natural de los panameños.

Identifico la necesidad de elevar el debate en el quehacer social, administrativo y cultural para evaluar la pertinencia, efectividad, representatividad social ciudadana de los cacareados Patronatos y finalmente evaluar su rol en la administración, conservación y uso del patrimonio cultural y natural de Panamá. En buen panameño diríamos “hay mucha tela que cortar”.


Orlando Acosta
Noviembre de 2009
Para más información sobre las instituciones acá tratadas puedes visitar los sitios web.

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