Henry Villard, el Ferrocarril y yo







Mis primeros contactos con la sociedad de los Estados Unidos y la comunidad cosmopolita de becarios Hubert Humphrey bajo el programa de intercambio Fulbright sucedieron en la ciudad de Eugene en Oregon en el año de 2005. Esa experiencia me reveló increíbles sorpresas.


Tratar de responder a varias preguntas y encontrar luego los vínculos entre mi mundo personal y la circunstancia que me llevaban a vivir en una ciudad perdida del Pacific Northwest de los Estados Unidos fue un reto interesante. Bajo la guía del aquí y ahora, valoré las ocho semanas de mi vida en este lugar lo que me llevó a buscar respuesta.



¿Por qué la circunstancia de la vida me arrastraba a ese lugar perdido a orillas del rió Willamette? ¿Que relación tenía conmigo el ferrocarril, los bosque de coníferas en las faldas de las Cascades y mi historia personal? ¿Cuáles vínculos me ataban a la historia de la Universidad de Oregon?

La respuesta a mis preguntas fue tomando fuerza al plantear la hipótesis que explicaba las fuerzas y las variables sociales, económicas y ambientales el desarrollo territorial del noroeste americano.



La tarea me llevó a iniciar la búsqueda en los cementerios antiguos de la ciudad de Eugene e interpretar el significado y reconocimiento de los símbolos en las lápidas de las tumbas de los primeros colonos de ese lugar. No encontré simbolismos asociados a mi cultura y tradición judeo-cristiana. Me encontré con símbolos repetitivos de la masonería universal. Los compases, columnas, antorchas y leones junto a una serie de iconos al grupo trabajador, de profundo conocimiento filosófico de hombres que fundaron los más ambiciosos planes de desarrollo para el nuevo territorio de los Estado Unidos de América.

Símbolos asociados a valores de la fuerza creativa, de la unión del cielo y la tierra y arte hermético.

En mi búsqueda me tropecé con Henry Villard, filántropo, migrante alemán, periodista y financista y primer presidente de la Pacific Northwest Railroad Company, personaje que me condujo a entender la relación entre los procesos migratorios que poblaron el oeste americano, el desarrollo de la tecnología, la institucionalidad del conocimiento y más allá, las relaciones entre el nacimiento del primer ferrocarril transoceánico en el istmo de Panamá.

La razón que explica la Universidad de Oregon en Eugene fue el capital excedente de la empresa del ferrocarril. Parte de la fortuna personal de Henry Villar, proveniente de las ganancias de la empresa del ferrocarril, fueron destinadas para sacar del atolladero financiero a la incipiente y primera Universidad en el Pacífico Occidental de los Estados Unidos de America: la Universidad de Oregon.

Las riquezas que generó la explotación de las minas de oro de California, el impulso económico, sumado a las necesidades de consumo de bienes y servicios, determinó el nacimiento de casi todas las ciudades de la costa oeste pacifico de los Estados Unidos. Ciudades como Portland, Eugene. El territorio del pacifico occidental norteamericano y muchas otra más nacieron por la fuerza del oro, la ambición del hombre y el desarrollo de la tecnología de transporte donde el ferrocarril transistmico entre Panamá y Colón fue pieza clave en el impulso la conformación de ese naciente territorio.

Mi experiencia personal recogida en esa transición y entrada a la sociedad norteamericana a través de las puertas de la ciudad de Eugene en Oregon resultó una de mis experiencias reveladoras, donde nuevamente reafirmo que nadad es casual y nuestros vínculos mas allá de nuestras fronteras culturales se rompen en el mágico de encuentro, guiados por la observación y del desarrollo de la conciencia.

Diciembre 2009.

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